(Por Dolores Pruneda Paz) Affair, la inédita feria colaborativa de arte contemporáneo emplazada en el Polo Cultural Saldías, entre las vías y depósitos ferroviarios de Retiro y el asentamiento barrio Mugica, ofrece hasta el sábado obras de arte que van de los 180 a los cuatro mil dólares aproximadamente, con la intención de captar a nuevos públicos y coleccionistas, en un clima de expectación entusiasta.
Son 12 galeristas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba -nucleados en Meridiano, es decir, la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo-, quienes se dan cita en esta "edición cero de Affair", como les gusta decir, con el deseo de renovar el calendario cultural nacional del arte contemporáneo y de expandirse.
Se trata de la rosarina Gabelich Contemporáneo; las cordobesas Lyv gallery, Sasha D Espacio de Arte, Tierra y Maria Wonda; y las porteñas Acéfala, TokonOMa, Ungallery, Wunsch Gallery, Quimera, OdA oficinas de arte, y OTTO; quienes tienen como premisa dar vida a un nuevo tipo de feria de arte: "autogestionada y accesible" -así sea dólares-, con el foco puesto en acercar primeros compradores.
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Galerías cuyas propuestas dialogan unas con otras a partir de una singular estructura autoportante. Esto es: módulos de madera que se sostienen unos a otros sin tabiques que separen una galería de la otra, un andamiaje diseñado por el arquitecto Ariel Jacubovich atendiendo al guion curatorial del artista y curador Carlos Gutiérrez, quien se propuso dar forma a un recorrido abierto y serpenteante entre galerías, donde una obra llevara a la otra, como una conversación.
"Salimos de la pared y salimos del stand, ahora esperamos que el proyecto funcione y que podamos volver", dice a Télam Bárbara Echavarría de Acéfala, que trabaja más que nada sites specifics, a los que acompaña desde que son una hipótesis en la cabeza de los artistas que representa: "acompañamos proceso", sintetiza.
Ese salirse de la pared y del stand impulsa la posibilidad de nuevos recorridos -no hay tabiques que detengan el paseo de los visitantes ni obstaculicen el paso entre una y otra galería- pero también permite otras materialidades y dimensiones, la obra se apoya en el piso, no es mayormente el cuadro que homogeniza el panorama de otras ferias.
Affair se levanta detrás del porteño y exclusivo Barrio Parque, entre las calles San Pedro de Jujuy y Padre Carlos Mugica, un barrio silencioso donde largas filas de camiones de carga continúan la línea recta del cordón de las veredas ferroviarias, un matrimonio prepara pan tortillas sobre una parrilla y algunos cartoneros con carros rompen ese silencio frente a edificaciones inglesas de hace un siglo. Llega además en el marco de la Semana del arte, muy cercana geográficamente a ArteBA, una de las ferias más importantes en su género en Latinoamérica.
El deseo de vender obras se sostiene irrevocablemente sobre un relato diferente, un proyecto curatorial que atraviesa a todas las obras, el diálogo entre galería y galería es inequívoco. Pero esos módulos que se van sosteniendo unos a otros, generando un sistema en el que se necesita sí o sí del otro para hacer funcionar un todo, sostienen otra premisa, pragmática, que es la convicción de que el mercado es pequeño, y por eso esta feria que mira hacia otros lados, diferentes de los señalados por las ferias más tradicionales o ya consolidadas.
Desde la galería Wunch, palabra que significa deseo en alemán, Ignacio Meroni repasa las obras expuestas: "fotos low fi" (baja calidad) de Matías Maroevic, algunas impresas en tela, donde hay mucha rave y after del sur del conurbano bonaerense; los choclos dorados y plata que Ezequiel Black hizo con los espejitos de bolas de boliche; y los mágicos dispositivos de cine móvil creador por Daniel Romano.
Los precios en esta parte del trayecto van de los 350 a los 1.800 dólares. Todos los montos inferiores a los 600 dólares forman parte del programa Mi Primera Obra, que propone "aprender a vivir con arte" y busca promover y acompañar la búsqueda de una primera obra de arte para el hogar. Muchas de esas obras están en La trastienda, una sala "en espejo" con la sala de exposición, explica Gutiérrez, donde se exponen más obras de los artistas seleccionados.
¿Descuentos, facilidades de pago? "Es lo mismo hablar de descuentos que de tipos de cambio", dice Gabriel Bitterman, de Quimera. "Se aceptan pagos en cuotas mientras sean en dólares y pagos en pesos a tipo de cambio blue o contado con liqui. Todo es conversable, la idea es que se mueva", resume sobre la iniciativa que financian juntos los propios galeristas, todos por igual, sin otros financiamientos públicos ni privados.
"Eso hizo que bajaran mucho los costos, nos permitió ocuparnos de otra manera de recuperar la inversión y entonces pudimos jugar más con los artistas, ganamos libertad, pudimos elegir lo que no es tan fácil de vender", dice Gabriela Gabelich, parada ante la obra de Lisandro Arévalo: una estructura de hierros que se abren como ramas sosteniendo, cada una, una talla en ladrillos de cemento celular que "va del pop al inframundo": ovnis, chanchos voladores, cráneos, fantasmitas pac-man y cerebros.
"Las expectativas son las mejores -dice Luciana Berttoloni frente a unos corazones que brillan, fetiches, con alguna imagen de Frida Kalho en el centro-; estoy feliz, la feria es super nueva y hace historia: es muy íntima, desestructurada y con un muy buen nivel de artistas".
Los artistas elegidos -"emergentes, no tan conocidos, exquisitos-, el misionero Rodolfo Zagene uno de ellos, y lo temas que propone su galería, "la búsqueda de la belleza femenina, el fetiche -indica-, acompañan al Affair propuesto desde el nombre mismo de la feria", a la que llegará, también, mediante el circuito de combis que estará circulando por los museos y espacios públicos donde hay intervenciones dentro de la Semana del Arte.
Mañana y el viernes, además, la Affair podrá visitarse de 15 a 21 en San Pedro de Jujuy 4. A las 16 y 18 habrá un recorrido guiado organizado por la Semana del Arte.
Con información de Télam