La irreverencia y el arrojo con el que Alicia Eguren leyó e intervino en la realidad que le tocó vivir se puede apreciar en la obra que se compila en "Escritos" y permite reconocerla en las variadas facetas que atravesaron sus días: doctora en Filosofía y Letras de la UBA, docente universitaria, madre de Pedro Gustavo Catella, compañera de John William Cooke, impulsora de la revista Sexto Continente o militante de la Acción Revolucionaria Peronista.
Los investigadores que trabajaron más de cinco años en sus archivos, Nicolás Del Zotto, Santiago Allende y Emiliano Ruiz Díaz analizan qué de esa obra ayuda a pensar el presente, a interrogar e intervenir en las formas de hacer y pensar la política.
Para Ruiz Díaz, leerla y releerla "es importante porque si uno recorre el conjunto de su obra y sus posiciones políticas, advierte que fue una mujer militante que toda su vida peleó en función de lo que llamaba la política de principios donde el quehacer militante, la discusión intelectual, política y agrupacional dentro del peronismo no tenía que ver necesariamente con acceder a un cargo o algún interés personal, sino que lo que estaba puesto sobre la mesa era un sacrificio, un compromiso, un entregar la vida por una causa colectiva emancipadora bajo las ideas digamos del peronismo en líneas generales y ya en los 70 acercándose más a las ideas del peronismo revolucionario, la izquierda peronista y ciertas formaciones marxistas nacionales".
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Además defiende que "en tiempos donde aparecen tantas plataformas políticas que van en contra de los trabajadores, plataformas políticas donde un político salta de un lugar a otro, donde no parece haber un interés más que las ventajas que se puedan sacar, la figura de Alicia llama a recuperar la idea de la militancia, la idea del compromiso político e intelectual en función de cosas más grandes, de cosas trascendentes que tengan que ver siempre con la justicia social".
Allende considera que "esta obra dialoga con la emergencia de los feminismos en este momento. Es una figura que puede ser retomada por todo el movimiento de mujeres" y argumenta: "Nosotros iniciamos esta investigación en el 2017, dos años después del Ni Una Menos. Fue conviviendo con toda la discusión por la interrupción voluntaria del embarazo. Y nos parece que dialoga con un clima de época. Y es importante también que se vayan conociendo otras voces, otras miradas y otras trayectorias. Miguel Mazzeo -autor de la biografía "Alicia en el país"- hablaba de ella como una feminista práctica, alguien que quizás no tenía una autopercepción sobre sí misma como feminista, pero sí en lo que era su práctica concreta y cotidiana".
Además subraya que se trata de una obra que "permite un diálogo con un libro que está circulando mucho hoy día, que es "Conocer a Perón", de Juan Manuel Abal Medina, que fue el último secretario general del movimiento, con Perón vivo. Hay una nutrida correspondencia de Alicia Eguren con Juan Manuel Abal Medina. Alicia estaba presente en lo que fue una suerte de rito de iniciación de Juan Manuel Abad Medina en el peronismo, que fue la huelga en el frigorífico Lisandro de la Torre en el 59, donde Abad Medina era un estudiante secundario y bueno, ahí la menciona en su libro como alguien importante, determinante, diría yo, en su ingreso a la militancia en el peronismo".
En ese punto, el investigador sostiene que "si desde esa lectura podemos reconstruir una suerte de mirada del peronismo desde la dirigencia, Alicia aporta otra óptica, la de alguien que también había pertenecido a la conducción en la época de Cooke como primer delegado de Perón pero que en los 70 era muy crítica y representaba otra mirada".
"La palabra subversión significa otra versión de la historia y nosotros sentimos que Alicia era portadora de otra visión entonces es un libro que dialoga y es complementario de éste que está circulando y nos narra y nos relata otra visión sobre lo que fue el peronismo entre la resistencia y la última dictadura", agrega.
En tanto, Del Zotto, apunta que "fue una de las principales impulsoras de la tendencia revolucionaria del peronismo y tras la muerte de Cooke, en septiembre del 68, fue una de las principales difusoras de su legado político entonces hay múltiples aspectos vinculados a su vida intelectual y política para destacar".
Por ejemplo, asevera que en términos del presente sus ideas ayudan a "fortalecer propuestas emancipadoras desde las bases, con organización popular, ligada a una visión humanista y en la izquierda enraizada en los procesos políticos, que es fundamental para enfrentar tanta mirada negacionista del pasado reciente, apologética de la dictadura cívico-militar e impulsora de la vuelta a un estado mínimo, a un modelo neoliberal que entregue los recursos naturales, que vuelva a subordinarse a los poderes extranjeros y financieros y ate los destinos de la patria a las grandes capitales imperialistas".
Con información de Télam
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