(Por María Eugenia Suárez) Entre piezas y planillas, entre gigantografías que lo muestran en partidas memorables y receptor del tributo que le hicieron unos 70 ajedrecistas sobre las tablas, el Gran Maestro del ajedrez Héctor Decio Rossetto fue homenajeado por el Instituto Cultural bonaerense y su hija, la actriz y cantante, Cecilia Rossetto, al cumplirse 100 años de su natalicio.
Desde que Héctor Rossetto falleció, Cecilia se lamenta por no haber hecho suficientes preguntas sobre su vida. Sabe que su archivo personal, que ayer se expuso por único día en el Teatro Argentino de La Plata, es una muestra de lo que fue su brillante trayectoria como ajedrecista y que a muchas fotos que encontró en dos maletas heredadas no sólo le faltan algunos epígrafes, sino varias historias.
La iniciativa fue de la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout, quien sembró en Rossetto la necesidad de compartir lo que tenía de su padre. Ella destaca que no lo hizo sola, sino en equipo; por eso al inicio de la muestra hizo pasar al frente a quienes colaboraron en su armado, Ángela Márquez y Natalia Ferrante; y a la directora de la escuela de ajedrez India de Damas, Carolina Hurtado, la responsable del armado del torneo de partidas rápidas, efectuado para homenajear al Gran Maestro.
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La muestra se montó en la Playa Seca del Teatro Argentino. Por un lado, ocho paneles mostraban la historia deportiva del ajedrecista: no sólo imágenes de sus históricas partidas, sino también de planillas originales de las olimpiadas, recortes de diario de la década del '50 y fotografías con grandes maestros, como Bobby Fischer, y artistas reconocidas, como Marlene Dietrich.
Del otro lado, en varias mesadas vidriadas se ubicaron objetos, recuerdos, medallas, cartas y regalos. Desde una caja de madera obsequiada por el comandante Ernesto "Che" Guevara en 1964 durante el torneo Memorial Capablanca, en La Habana, hasta telegramas del presidente Juan Domingo Perón con felicitaciones por los triunfos internacionales.
Desde días antes de la muestra, Cecilia venía dando rienda suelta a sus emociones. "Guardo todo esto desde que mi papá estaba vivo, los premios me los dio él, le dio algunos a mi hermano, y lo ayudé en algún momento a guardar las fotos, a colocar los epígrafes y es ahora cuanto más pienso es todo lo que no le pregunté", señaló la cantante a Télam y agregó: "Pero algunas cosas me voy enterando por la gente; gran parte de su historia me la cuenta la gente".
"A veces encuentro tarjetas suyas en lugares paradisíacos y pienso en que casa nunca hubo una cámara de fotos y que estas fotos llegaron porque se las daban a él en algún torneo y quedaron archivadas en sus cajas, álbumes", contó la actriz.
Y añadió: "La realización de la muestra fue un trabajo muy emotivo porque durante un mes y medio revisé todo lo que era de él. Tenía dos maletas grandes y me encontré con cosas que no recordaba que las había recuperado cuando él falleció".
Aunque durante la tarde distintos visitantes plantearon la importancia de que la muestra se exhiba, también, en municipios como Mar del Plata o Bahía Blanca, donde el ajedrecista nació en 1922, la actriz repitió en varias ocasiones que iba a ser poco probable porque no puede pensar "que algunas de esas cosas duerman en otro techo" que no sea el propio.
Rossetto fue un brillante exponente de la época de oro del ajedrez nacional. Fue hijo de Águeda Boni, que murió a poco de que Héctor naciera, a los 28 años, y de Arnaldo Rossetto, crítico musical, dibujante, escritor, quien decidió que su hijo no iría a la escuela, sino que él mismo le enseñaría lo que consideraba importante y le trasmitió conocimientos sobre opera, mitología griega y ajedrez, juego que comenzó a ordenar cuando tenía cinco años.
"Supongo que fue un niño sufrido, pero tampoco lo dijo. Al contrario, él a menudo decía 'tuve la infancia más feliz del mundo', pese a que su padre había fallecido cuando él tenía 16 años", recordó su hija y analizó: "Creo que tenía una gran resiliencia que hizo de ese chico, que no fue a la escuela, un grande".
A los 20 años Héctor Rossetto ganó el primer campeonato argentino, título que obtendría cinco veces más a lo largo de su vida. Además, participó de los Juegos Olímpicos de Yugoslavia, Finlandia, Holanda, Bulgaria, Suiza y Macedonia, consagrándose subcampeón en los primeros tres.
La primera medalla olímpica fue destacada por Eva Duarte, quien se comprometió a ayudar al equipo económicamente, porque no tenían sueldo ni apoyo oficial hasta ese entonces, y en su primera gira europea.
La participación de Hurtado en el homenaje entusiasmó a la actriz y cantante: era una mujer ajedrecista en un mundo al que ella siempre había asociado a los varones.
"Me pareció maravilloso, me atrajo muchísimo porque en toda mi vida conocí siempre ajedrecistas hombres. Cuando éramos chicos iban a casa campeones mundiales como Bobby Fischer, Vasili Smyslov, Svetozar Gligorić, gente que papá quería mucho, y cuando íbamos a ver un torneo, donde él jugaba, siempre eran todos hombres. Poder realizar este homenaje con una muchacha joven que tiene una escuela de ajedrez en La Plata es maravilloso", destacó la cantante.
En la presentación de la muestra, la hija del Gran Maestro advirtió a los presentes que podrían hablar distendidos hasta que comenzara las partidas, después pidió silencio "porque sino Rossetto se va enojar", dijo entre risas.
La frase quedó flotando en el aire y no fue necesario pedir muchas veces que el bullicio se terminara cuando Hurtado dio la orden para empezar a mover las piezas.
"El silencio era lo más importante", resaltó la mujer y agregó: "Por eso, tengo la voz disfónica porque mi mamá nos hacía hablar con voz baja para que él pudiera descansar porque jugaba de noche y dormía de día. Mamá tenía la misma voz, aunque la mía cambia cuando canto porque al cantar la hipotonía que tengo en las cuerdas se energiza".
La actriz recordó que su infancia no fue como la de otros niños o niñas, y si bien el ajedrez fue quizá una de las piezas más importantes de su vida nunca lo jugó con su padre: "Ahora me gustaría poder jugar. Si hubiera aprendido el 5% de lo que mi papá sabía me hubiera divertido toda la vida", dijo emocionada.
Al Gran Maestro no le gustaba enseñar y su hija considera que "el ritmo que llevaba su cabeza no le permitía sentarse a enseñarle a jugar a quien no sabía jugar".
"Él contaba que Humprey Bogar (que era presidente de la Asociación de Ajedrez de Hollywood) lo invitó varias veces a su casa a jugar, pero como no jugaba bien él se aburría", recordó entre risas Cecilia y agregó: "Eso no le pasó con el Che Guevara, que era jugador de primera categoría, y papá contó que pasaban muchas horas jugando".
La muestra y el torneo fue transmitido para Holanda y Uruguay, dos de los países desde donde llegaron adhesiones y palabras de homenaje.
Rossetto, fue declarado ciudadano ilustre de la provincia de Buenos Aires en 1991 y notable de la Cámara de Diputados de la Nación en 2002.
En una de los paneles hay una frase de Rossetto que dice: "No recuerdo cuando comencé a darme cuenta del significado de algunos movimientos y posiciones. Siempre acompañado por mi padre y dirigido por él pasé, sin advertirlo, de espectador ignorante a jugador". Falleció el 23 de enero de 2009 y este año hubiera cumplido 100 años.
Con información de Télam