¿Qué son y cómo funcionan los contratos por diferencia?

Los contratos por diferencia son modelos de inversión de instrumentos derivados, es decir, que se derivan de activos reales pero que no necesariamente significa que has comprado el activo. Este modelo permite a los operadores reducir enormemente los costos de inversión y permiten hacer uso de apalancamientos más altos, sin embargo, pueden ser armas de doble filo.

18 de noviembre, 2020 | 18.47

El contrato por diferencia opera por la diferencia del precio de compra y venta de los activos en cuestión, lo que refuerza aún más el concepto de que, al operar en CFD no estás comprando el activo real, sino que operan sobre el precio del mismo. Este modelo de inversión es muy versátil y tiene realmente ciertos pros y ciertos contras los cuales abordaremos en este artículo.

¿Cómo funcionan los contratos por diferencia?

Los CFD son ofrecidos normalmente por un bróker, de hecho, la mayoría de los brókers online operan con este modelo de negocios, ya que no requiere realizar pujas de bolsa reales, es mucho más rápido y puede ofrecer resultados prácticamente instantáneos.

El principal problema con los CFD es que muchos no saben utilizarlos y los menos cautos pueden llegar a perder mucho dinero, por eso es de extrema importancia que, si vas a realizar inversiones en CFD lleves a cabo análisis realmente competentes.

Cuando emites una orden de compra o de venta de algún activo, lo que estás haciendo es realizar una predicción en la cual indicas que el valor de un activo se moverá en cierta dirección: apoyado en el apalancamiento, puedes cerrar la orden en cualquier momento y llevarte una ganancia o sufrir una pérdida equivalente a tu inversión multiplicada por el nivel de apalancamiento que utilizaste. De esta forma, puedes dejar operaciones abiertas durante algunos minutos, algunas horas o varios días, e incluso algunos brókers permiten hacer operaciones a largo plazo con este modelo.

Ventajas de los CFD

La principal ventaja de los CFD son los costos y los tiempos, que son mucho más bajos y mucho más rápidos que la inversión convencional. Otra ventaja es el apalancamiento, cuyo nivel dependerá del mercado en el que operes y de los máximos permitidos en el país de origen del bróker en cuestión o de tu propio país.

La tercera ventaja sería la accesibilidad, ya que puedes empezar a operar desde cualquier bróker en línea sin necesidad de contratar a un corredor (para eso está el propio bróker), las plataformas CFD son algunas de las más avanzadas y puedes acceder a diferentes herramientas para analizar el mercado y para gestionar el riesgo.

Desventajas de los CFD

Los CFD son extremadamente riesgosos para los novatos. Necesitarás hacer mucho análisis técnico y fundamental para encontrar resultados favorables que tú mismo puedas controlar y en ocasiones puedes llegar a fallar incluso de esta forma.

A diferencia de la inversión regular en activos reales, los CFD no dan dividendos y operar a largo plazo puede ser costoso, ya que muchos brókers cobran comisiones por mantener abiertas posiciones por más de un día. Además, la oferta de brókers es inmensa y dependiendo del tipo puede llegar a ser más costoso o más riesgoso, por lo que tu mejor opción es aprender todo lo que puedas antes de iniciar y esto puede tomarte varios meses y mucha práctica. La mayoría de los brókers tienen academias con contenido excelente y muy útiles y ofrecen cuentas demo con las que puedes simular operaciones sin perder dinero, por lo que puedes adquirir todos los conocimientos necesarios a tu ritmo.