La Organización Mundial de la Salud (OMS) está llevando a cabo un estudio para determinar si el aspartamo, uno de los edulcorantes más utilizados en todo el mundo, podría implicar un peligro para nuestra salud al aumentar el riesgo de cáncer.
La declaración de dos comités de expertos, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA), se espera que se haga pública el 14 de julio de 2023.
¿Qué es el aspartamo y tiene peligro para nuestra salud?
El aspartamo es un edulcorante intenso de bajo contenido calórico que generalmente se presenta en forma de polvo blanco e inodoro. Es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar y se utiliza ampliamente como edulcorante artificial en productos alimenticios como bebidas, postres, dulces, lácteos y chicles. También se comercializa como un endulzante de bajo contenido calórico en forma de polvo.
La Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) señala que el aspartamo ha sido sometido a una amplia investigación durante más de 30 años, incluyendo estudios con animales de experimentación, investigaciones clínicas, estudios sobre su ingesta y epidemiológicos, así como seguimiento posterior a su comercialización. Según la EFSA, se ha demostrado que el aspartamo es seguro y ha sido autorizado para el consumo humano después de rigurosas evaluaciones de seguridad en muchos países durante muchos años.
Desde 1981, el comité de expertos en aditivos de la OMS ha afirmado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptables. La OMS ha establecido una ingesta diaria admisible (IDA) para el aspartamo de 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.
Esto implica que una persona puede consumir hasta 40 mg de aspartamo por cada kilogramo de peso corporal al día sin presentar riesgos para la salud. Por ejemplo, si una persona pesa 60 kg, su dosis admisible de aspartamo sería de 2,400 mg (40 mg/kg x 60 kg).
La cantidad de aspartamo que puede contener una lata de bebida de 355 ml varía entre aproximadamente 180 mg y 75 mg, dependiendo de la marca y del sabor de la bebida, ya sea cola, naranja, limón u otros. La cantidad de edulcorante utilizada en cada producto varía significativamente de un fabricante a otro. Esto significa que una persona de 60 kg debería consumir más de 13 latas de refresco al día (en las versiones con mayor contenido del aditivo) para estar en riesgo. Por ejemplo, la botella pequeña de Coca Cola Light de 200 ml que se vende en Argentina y América Latina contiene un 0,024% de aspartamo, según la información nutricional proporcionada por el fabricante.
En mayo, la OMS emitió una nueva recomendación desaconsejando el uso de edulcorantes no calóricos, debido a que se considera que no son eficaces para la pérdida de peso y aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos. Entre los edulcorantes que se deben evitar se encuentran el acesulfamo K, aspartamo, advantamo, ciclamatos, neotamo, sacarina, sucralosa, stevia y sus derivados.
La OMS revisa su recomendación sobre el aspartamo
La controversia en torno al aspartamo ha generado un debate constante en la comunidad científica. Mientras que algunos estudios han planteado preocupaciones sobre posibles efectos cancerígenos, otros han concluido que no existen pruebas suficientes para respaldar estas afirmaciones.
Recientemente, un estudio observacional en Francia encontró una asociación entre el consumo de edulcorantes artificiales, incluyendo el aspartamo, y un mayor riesgo de cáncer. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está realizando una revisión exhaustiva de la seguridad del aspartamo, a cargo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA). Los hallazgos de ambos grupos se darán a conocer el 14 de julio, y se espera que proporcionen una evaluación integral de los posibles riesgos asociados con el consumo de aspartamo.