Con la llegada del verano, el dengue vuelve a ser una amenaza para la salud pública. Ante el riesgo de nuevos brotes, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en colaboración con el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, está implementando un innovador sistema de inteligencia artificial para anticiparse a la propagación de la enfermedad. Sin embargo, este tipo de avances depende en gran medida de los servicios públicos, hoy en día amenazados por los recortes propuestos por Javier Milei.
El dengue se convirtió en una amenaza seria en Argentina, especialmente durante los meses más calurosos. Cada año, miles de contraen esta enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti. En 2023, el Ministerio de Salud registró más de 70.000 casos de dengue y 56 muertes, una cifra que aumentó con años anteriores. Esta epidemia no solo es un problema de salud, sino también un desafío económico para el sistema sanitario del país. La rápida propagación del virus, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas, complica la solución. El control de los mosquitos, la detección temprana de los casos y la implementación de medidas de prevención son esenciales para limitar el impacto de esta enfermedad.
La innovación de la UNSAM para detectar los focos
Para enfrentar esta amenaza creciente, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) ha desarrollado un modelo innovador que utiliza inteligencia artificial (IA). Este proyecto, dirigido por el experto en IA Ezequiel Álvarez, investigador del International Center for Advanced Studies (ICAS), se basa en técnicas de "Bayesian Machine Learning" para predecir futuros focos de dengue. El principio es simple: recolectar datos diarios, como las llamadas a la línea 148, las hospitalizaciones y las condiciones climáticas, para deducir probabilidades de propagación del virus en ciertas áreas geográficas. Este método permite mapear los barrios más en riesgo, como explicó Álvarez: "Vamos a sacar distribuciones de probabilidad por manzana en el AMBA. Es un mapa de calor actualizado diariamente que guiará las políticas públicas".
Este tipo de enfoque permite intervenir de manera focalizada, principalmente a través de campañas de "descacharreo", un método eficaz de prevención al eliminar los criaderos de mosquitos. El proyecto también cuenta con la participación activa de especialistas en epidemiología y políticas públicas para asegurar una coordinación óptima de las acciones. Pablo Palmaz, subsecretario de relaciones interinstitucionales de la UNSAM, subraya la importancia de esta colaboración entre ciencia y terreno: “Estamos tratando de llegar a tiempo. Cada día cuenta para reducir los casos y los costos sanitarios.”
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La importancia de los servicios públicos frente a los recortes de Milei
Este proyecto innovador no podría realizarse sin el apoyo de los servicios públicos y del Estado. De hecho, solo una entidad pública como el gobierno de la provincia de Buenos Aires puede proporcionar los datos esenciales para que funcione este sistema. Los recursos humanos, la información del sistema de salud pública y la logística necesaria para intervenir rápidamente son elementos que el sector privado no puede asumir. "Un privado nunca podría obtener estos datos ni tener las capacidades técnicas para manejarlos", señala Álvarez. Este punto es crucial en un contexto donde el sector público está bajo ataque por proyectos de recortes presupuestarios.
El ejemplo más claro es la ley de presupuesto 2024, impulsada por el candidato Javier Milei. Esta ley prevé reducciones drásticas en los presupuestos destinados a la salud y la educación, sectores esenciales para iniciativas como la de la UNSAM. Milei, defensor de la privatización y la reducción del Estado, pone en peligro la capacidad del país para responder a emergencias sanitarias. Como destacó la eminente científica Raquel Chan: “Es el Estado quien debe invertir en la ciencia básica como plataforma de desarrollo”. Los recortes amenazan proyectos cruciales para la población, como la prevención de enfermedades mediante la inteligencia artificial.
El dengue es un ejemplo concreto de la importancia de tener servicios públicos fuertes. Ante epidemias, una respuesta rápida y medidas preventivas requieren recursos públicos considerables, tanto en términos de recolección de datos como de despliegue en el terreno. El debilitamiento de los servicios públicos a través de recortes presupuestarios pone en riesgo directo a la población, mientras que la innovación científica, respaldada por el Estado, es indispensable para enfrentar las crisis sanitarias.