Prohibición de Musk de trabajo remoto en X supera, por ahora, demanda por sesgo de discapacidad

21 de agosto, 2024 | 19.33

Un juez federal de California desestimó el miércoles una demanda que acusaba a la plataforma de redes sociales X de forzar la salida de trabajadores con discapacidad, después de que Elon Musk se hiciera cargo de la empresa y prohibiera a los empleados trabajar a distancia.

La jueza de distrito Araceli Martínez-Olguín, en San Francisco, dijo que el denunciante en la demanda colectiva propuesta en 2022, Dmitry Borodaenko, no demostró cómo el mandato de Musk de volver a la oficina afectó específicamente a los empleados con discapacidades.

Le dio cuatro semanas para presentar una demanda enmendada que incluya reclamaciones más detalladas.

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Borodaenko, antiguo director de ingeniería y superviviente de cáncer, afirma que fue despedido poco después de que Musk adquiriera X, entonces llamada Twitter, por negarse a presentarse en la oficina durante la pandemia de COVID-19.

En la demanda se alega que X infringió una ley federal que obliga a los empleadores a adaptarse a las discapacidades de los trabajadores.

Musk dijo en un memorando a la plantilla de la empresa en noviembre de 2022 que los empleados debían estar preparados para trabajar "muchas horas a alta intensidad" o renunciar, y más tarde tuiteó que era "moralmente incorrecto" trabajar desde casa.

Martínez-Olguín dijo el miércoles que la prohibición del trabajo a distancia no equivalía a discriminación por discapacidad.

"La teoría de Borodaenko se basa indebidamente en la suposición de que todos los empleados con discapacidad requieren necesariamente el trabajo a distancia como un ajuste razonable", escribió Martínez-Olguín.

X respondió a múltiples solicitudes de comentarios con correos electrónicos que decían "ocupado ahora, por favor vuelva más tarde".

La demanda es una de las tantas que antiguos empleados presentaron en los meses posteriores a la adquisición de la empresa por parte de Musk por el valor de 44.000 millones de dólares y el consiguiente despido de cerca del 75% de su plantilla.

En otros casos se acusa a Twitter de no avisar con antelación de los despidos a empleados y contratistas, de no pagar miles de millones de dólares en indemnizaciones prometidas y de seleccionar de forma desproporcionada a mujeres y trabajadores de más edad para los recortes de plantilla. X ha negado haber actuado mal.

Algunos de esos casos han sido desestimados, lo que ha dado lugar a recursos de los demandantes que están pendientes de resolución.

Con información de Reuters

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