Fogoneada en parte por la comunidad científica y también por las producciones de Hollywood, la creencia popular indica que mientras más potente sea la erupción de un volcán, mayor será el impacto en el bienestar humano. Un grupo de expertos de la Universidad de Cambridge ahora planteó que se presta muy poca atención a los posibles efectos en "cascada" de erupciones moderadas en puntos clave del planeta.
"Necesitamos dejar de pensar en términos de erupciones colosales que destruyen el mundo, como se describe en las películas de Hollywood", aseguró Lara Mani, autora principal del informe realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge y publicado en Nature Communication. El equipo de expertos identificó siete "puntos de pinzamiento" en los que grupos de volcanes activos pero relativamente pequeños que se asientan junto a una infraestructura vital. Si esta infraestructura se paraliza, podría provocar consecuencias catastróficas en todo el planeta.
Grupos de volcanes en Taiwán, África del Norte, el Atlántico Norte y el noroeste de los Estados Unidos, están incluidos en esas regiones centrales que podrían generar un efecto "cascada" que provocaría un cataclismo global. Una erupción menor en una de estas áreas "podría hacer una erupción de cenizas o generar temblores lo suficientemente grandes como para interrumpir redes que son fundamentales para las cadenas de suministro y los sistemas financieros globales", explicó Lara Mani.
Por ejemplo, el grupo volcánico ubicado en el extremo norte de Taiwán podría dejar indefinidamente incapacitada a la industria tecnológica mundial en caso de que se produzcan erupciones relativamente pequeñas. Es que el país asiático es el hogar de uno de los mayores productores de chips electrónicos. El Mediterráneo es otro punto conflictivo ya que volcanes como el Vesubio o Santorini podrían provocar tsunamis y destrozar las redes de cable sumergidas, además de sellar el Canal de Suez. Basta recordar el problema que trajo para el comercio mundial cuando el Canal de Suez debió estar cerrado por solo seis días a principios de año.
Los expertos consideran que erupciones más pequeñas, clasificadas hasta el 6 en el "índice de explosividad volcánica", podrían producir nubes de cenizas, corrientes de lodo y deslizamientos de tierra que arruinen los cables submarinos. Las erupciones clasificadas como 7 y 8 son las que suelen ocupar los principales medios alertando sobre catástrofes naturales. "Los escenarios más probables involucran erupciones de menor magnitud que interactúan con nuestras vulnerabilidades sociales y nos llevan en cascada hacia la catástrofe", aseguró Mani, quien también recalcó la importancia de "cambiar la forma en que vemos el riesgo volcánico extremo".