Una mujer compró un ticket de lotería sin ningún tipo de esperanza de ganar. Tenía tan pocas ilusiones que estuvo a punto de a hacer algo que casi la deja sin un premio millonario. Sin embargo, tomó una decisión que le hizo replantearse su accionar y al contarla se volvió viral.
La afortunada se llama Stacy Frisbey, tiene 43 años y es oriunda de Waterloo, una ciudad del estado de Iowa. De acuerdo a lo consignado por los medios locales, El pasado 12 de mayo compró un raspadita del jugo ¡Hit it Big! por 10 dólares. No obstante tenía tan pocas expectativas que casi lo tira sin revisar el posible premio que poseía.
La mujer tomó el boleto y antes de deshacerse de él decidió ir a otra tienda a comprar algo para comer, más precisamente un sándwich. En el camino se encontró con una máquina de lotería en la que podía escanear su resultado, decidió seguir el procedimiento y resultó, tal vez, la mejor decisión de su vida, pues ganó 100 mil dólares
De inmediato se digirió a la oficina de la lotería para reclamar su premio. “No creía que fuera ganadora”, aseguró la mujer en ese momento. La organización publicó una imagen de la mujer con el cheque en sus manos, donde su sonrisa le impedía disimular la felicidad.
Según informó 11 News, Frisbey se hizo acreedora del sexto premio mayor de ese juego y reveló lo que planea qué hacer con el dinero: se irá de vacaciones. Sin embargo no tiene pensado gastarse todo el premio en placer, de hecho, al regresar tiene planificado abrir un negocio.
Ganó la lotería y no se dio cuenta
Aunque suene extraño, no es la primera que una persona gana una gran suma de dinero en la lotería y casi pierde el premio. Recientemente, una mujer de Michigan se entristeció cuando vio que alguien había obtenido el premio mayor de 417 mil dólares, hasta que segundos después se dio cuenta de que era ella.
A finales de abril, la mujer de 63 años compró un billete del juego Fantasy en línea, según contó, en diálogo con el Diario de Nueva York: “Por lo general, compro boletos en línea y adquirí diez para este sorteo. Revisé los números ganadores el día después y me deprimí cuando vi que una persona se había ganado el premio mayor. La posibilidad de que fuera yo ni siquiera se me pasó por la cabeza”. Pero el destino le sonrió: entre gritos le mostró el resultado a su esposo, quien se asustó por su reacción: “Él corrió escaleras arriba porque pensó que pasó algo malo. Cuando le mostré cuánto había ganado, estaba incrédulo”, contó al momento de reclamar el dinero.