El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) detectó en sus controles habituales en el aeropuerto internacional de Ezeiza, una mascota proveniente de Europa. Se trata de Coco, un perro de un año y medio que está demorado hace más de 36 horas por falta de vacunas, por lo que frente a esa situación analizan dos opciones: deportarlo o sacrificarlo.
En su tránsito hizo escala en Colombia y su dueño es un argentino llamado Franco Gavidia, quien regresó al país desde Hungría debido a la situación que atraviesa el país europeo en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania. "Me trataron como a un delincuente", lamentó.
“El vencimiento debe tener de 8 a 9 días de vencido. Le falta también una autorización de un veterinario húngaro diciendo que el perro está sano", añadió sobre el calvario que transita desde hace horas. "Lo que no entienden es que me fui de Hungría un poco también porque volvieron a declarar estado de alarma. Decidí venirme con mi mujer y mi hija que están acá, un poco a las corridas”, aseguró.
Desde el Senasa, se avanzó en poner al perro en custodia dentro del aeropuerto, hasta que se resuelva su regreso a origen, salvaguardando su bienestar, brindándole los cuidados y el alimento necesario. Como la situación todavía no tuvo ninguna solución, el organismo propuso dos opciones: deportarlo o aplicarle la eutanasia.
"Acá no me dijeron concretamente que lo van a matar, pero con estas opciones es prácticamente lo mismo porque no lo van a aceptar en ningún país, por la vacuna", destacó. Además apuntó contra la jefa del Senasa porque "me está tratando como un delincuente. Yo ofrecí pagar un veterinario si es necesario, y una multa o un lugar de cuarentena. Porque es algo que yo hice mal, pero quiero que se pueda solucionar acá".
El joven cordobés aún no encontró respuestas y por el momento estará demorado en el aeropuerto de Ezeiza. "Propuse todas las opciones. No me voy a mover de acá sin mi perro. No pido que se haga nada ilegal, yo me hago cargo de todo, pero quiero que se quede en mi país conmigo", sentenció.
Llevó brownies locos al trabajo e intoxicó a veinte compañeros
Un trabajador de un call center ubicado en la ciudad de Córdoba protagonizó un insólito y peligroso momento luego de convidarle "brownies locos" a sus compañeros. Veinte de ellos tuvieron que ser asistidos por el SAME, por lo que la empresa emitió un comunicado oficial para informar qué medidas tomará.
La situación se desarrolló durante la jornada de este lunes en las oficinas de Grupo Konecta, un call center que funciona en la Galería San Martín del centro de la ciudad, donde las personas intoxicadas consumieron los brownies con una sustancia psicoactiva. Si bien no se confirmó cuál, todo parece indicar que es marihuana.
"No avisó qué tenían", indicó uno de los empleados que estuvo presente. Tan fuerte fue la consecuencia de haberlos comido, que varios comenzaron con algunos síntomas: "Unos lloran, otros ríen, otros tienen calor y dos están duros", añadió otro testigo.