Hay una serie de creencias y prácticas que se encuentran difundidas en la sociedad que son producto de tradiciones que se mantienen vivas con el paso de los años. Una de ellas recomienda tapar todos los espejos de la casa cuando se está por desatar una tormenta. Algo que muchos replican, pero que no conocen el verdadero significado.
Desde clavar una hacha en la tierra, hundir un cuchillo o realizar una cruz de sal, son varias las acciones que se deben manifestarse los días de lluvia para obtener diferentes resultados. Aunque hay una bastante particular porque demanda que los presentes en el hogar tengan la consideración de cubrir toda la superficie de los espejos con un tela mientras se produce la caída del agua.
"Me acorde que cuando era chica y había tormenta me hacían tapar todos los espejos de la casa y guardar todos los cuchillos porque esas cosas atraían los rayos y podían caer dentro de la casa", expresó Milenita, como figura su usuario de X (ex Twitter). Un comentario que tiene cierto grado de certeza, pero que esconde un detalle y es que esta práctica era necesaria cuando los objetos tenía un elemento conductor de electricidad en su composición.
Los primeros espejos que se crearon fueron hechos a partir de un metal pulido, que podría ser cobre o bronce, y en muchos casos se trataban de estructuras con cierta altura. Dos factores que permitían la atracción de los rayos y podrían generar consecuencia no deseadas para quienes se encontrara cerca de ellos.
Sin embargo, los actuales que se venden en cualquier bazar y que se colocan en los hogares se componen de lámina de vidrio. Esto genera que no haya ningún tipo de peligro y que sea necesario salir con prisa a taparlos. Además, muchos de los centros urbanos cuentan con pararrayos instalados en lugares estratégicos para atraerlos y alejarlos de zonas donde hay personas.
Qué es la regla de 30/30 y por qué se debe recordar cuando hay rayos
La caída de los rayos puede ser letal en caso de alcanzar una persona porque disponen de una fuerte descarga eléctrica, por lo tanto se recomienda llevar a cabo una regla de conteo que permite determinar con cierta exactitud que tan lejos se encuentra el fenómeno. Una que solo demanda quedarse parado y observar la presencia de relámpagos en el cielo.
"Regla 30/30. Si ves un relámpago y posteriormente se escucha el trueno antes de los treinta segundos, significa que el rayo cayó a menos de cien cuadras de donde estás", expresa el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). De esta manera, la persona puede identificar que tan segura es la zona dónde se encuentra y con la rapidez que debe desplazarse hacia un lugar cubierto.