Algunos consejos que circulan en las redes sociales permiten un mejora de nuestra rutina diaria y una usuaria de X (Ex Twitter) compartió algo que es de gran utilidad para controlar la calidad del gas al momento de cocinar. Ya sea para evitar un problema que ponga en riesgo la vida de las personas como también reducir el consumo y disminuir el precio a pagar en la factura.
Lo general es que al encender la cocina, la llama del gas tenga un color azul bastante notorio y que la intensidad se vaya regulando con la perilla. Sin embargo, hay casos en donde el fuego dispone de un tono que no pasa desapercibido. Algo que obliga a prestar atención porque puede generar dos consecuencias muy severas.
"Si la llama es azul, todo bien mezclado el gas y la temperatura de 1500-1700 °. Si son naranjas/rojas, te están vendiendo gas mezclado con una dosis más alta de oxígeno, llama más baja alrededor de 900-1200 y por lo tanto más consumo de gas para calentar", expresó Adelita, como figura su usuario en X.
Por ende, el gasto de gas para calentar una sartén o hervir agua puede aumentar de gran manera con consecuencias que luego se van a percibir en el precio a pagar que figurará en la boleta. Además, hay un segundo elemento a considerar cuando la llama disponga de un color naranja/rojo.
"Si la llama no es azul también puede indicar un problema con tu estufa al no quemar correctamente el gas, lo que se vuelve un peligro al liberar monóxido de carbono", agregó un hombre en los comentarios. Algo que invita a apagar de manera inmediata la cocina y esperar que la misma sea revisada por un profesional.
Cómo evitar accidentes con el gas
A diferencia de los otros servicios básicos de los hogares, el gas es uno de los que más cuidados demanda en lo que respecta a su uso y que obliga a tomar ciertas precauciones cuando se registra una pérdida. Debido a que la misma podría generar un incendio que termine con la vida de las personas.
Por lo tanto, en caso de que se perciba olor a gas, no hay que hacer uso de aparatos eléctricos y mucho menos encender fósforos, velas y fumar. Mientras que la recomendación más efectiva es abrir las ventanas para que el aire ingrese a la habitación y permite que el gas comience a dispersarse.
Además, se deben cerrar las llaves de paso del gas. De esta manera, se corta la circulación hacia la fuente que está teniendo una fuga. Y la misma tendrá que ser revisada por un profesional que cuente con una matrícula que le permita llevar a cabo el trabajo. Por último, el aparato dañado debe ser descartado de forma inmediata después de la visita del técnico.