Por qué comer hielo podría dañar tu salud

Hay una extraña enfermedad que ocurre al momento de que se despiertan las ganas de comer hielo. Por qué y de qué se trata.

13 de diciembre, 2022 | 13.25

Las distintos hábitos que tiene un ser humano pueden conducir a enfermedades impensadas. Comer hielo, que en definitiva es agua sólida, parece que puede ser mucho más grave de lo que se pensaba, ya que el desear y masticar ocasionaría una distorsión en el cuerpo.

El consumo de hielo puede crear sensación de saciedad e incluso reducir la ansiedad, pero predomina más lo negativo. Es que el deseo persistente y compulsivo de masticarlo tiene que ver con una enfermedad llamada pagofagia, que frecuentemente se relaciona con la falta de hierro con o sin anemia.

Si bien los motivos no están claros, se llevó adelante una investigación tiempo atrás referida a que puede aumentar la sensación de alerta en las personas con anemia por deficiencia de hierro. Esto se debe a que respnde a la suplementación de este mineral.

Qué es la pagofagia

Es lisa y llanamente el consumo excesivo de hielo o bebidas heladas. Las causas pueden ser múltiples: síndrome de pica -deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales-, por alteraciones neurológicas, deficiencias mentales o porque produce placer al que lo practica.

Una de las consecuencias que provoca es sensibilidad en los dientes. La Asociación Dental Americana recomienda no masticar hielo porque puede quebrarlos a largo plazo, aunque por otra parte, se debe permitir que el hielo se derrita en la boca. 

Presión ocular: un estudio alerta que el estrés acelera el envejecimiento de los ojos

Una investigación de la Universidad de la ciudad de California, en Estados Unidos, advirtió que el estrés crónico acelera el envejecimiento de los ojos, un componente importante de la muerte de las células de la retina que puede provocar glaucoma. El estudio describe cómo el estrés provoca la elevación de la presión intraocular (PIO) en el ojo y hace que el tejido de la retina sufra cambios similares al envejecimiento natural.

El estudio, publicado en la revista científica 'Aging Cell', describe cómo el estrés provoca la elevación de la presión intraocular (PIO) en el ojo y hace que el tejido de la retina sufra cambios epigenéticos y transcripcionales similares al envejecimiento natural. Asimismo, como en el tejido retiniano joven, el estrés repetitivo induce características de envejecimiento acelerado, incluyendo la edad epigenética acelerada, consignó la agencia de noticias Europa Press.

El envejecimiento es un proceso universal que afecta a todas las células de un organismo, y en el ojo es un importante factor de riesgo para un grupo de neuropatías llamado glaucoma, es decir, afecciones oculares que pueden dañar al nervio óptico.

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