Adidas enfrenta un problema insólito: tiene millones de zapatillas que no puede vender hace meses y deberá tomar drásticas medidas al respecto. A pesar de la enorme cantidad de dinero que la compañía de zapatillas y prendas deportivas factura anualmente, lo cierto es que últimamente las ventas no están funcionando como lo esperado. Por esta razón, la empresa hizo un importante anuncio.
Millones de zapatillas y productos de la colección Yeezy, creada por Kanye West, se encuentran acumuladas desde hace varios meses debido a su elevado costo: cada par tiene un valor de 1.300 dólares, un precio extremadamente alto y que solamente unos pocos pueden pagar. Además de eso, en determinado momento su venta fue suspendida, ya que Adidas dejó de producirlas, se acumularon cada vez más pares y su precio subió estrepitosamente.
Por todo esto, Adidas tuvo su primer pérdida anual en 31 años. El CEO Bjoern Gulden se comunicó con los inversores de la ciudad de Fuerth, Alemania, para evaluar qué hacer. Finalmente, decidieron que parte de la mercancía será vendida, mientras que otra parte de los ingresos serán donados a organizaciones internacionales a las que West perjudicó con sus comentarios antisemitas que generaron un fuerte repudio en todo el mundo.
“Lo que estamos intentando hacer ahora con el tiempo es vender parte de esta mercancía. Quemar la mercancía no sería una solución”, anunció Gulden. Y agregó que, debido a esta decisión, la empresa estima que se perderán 772 millones de dólares. “2023 será un año lleno de baches con cifras decepcionantes, donde maximizar nuestros resultados financieros a corto plazo no es nuestro objetivo”, cerró el CEO.
La razón por la que Adidas cortó lazos con Kanye West
El 6 de octubre de 2022, Adidas anunció que cortó lazos comerciales con Kanye West debido a las polémicas que giraron en torno al rapero estadounidense. La marca explicó a través de un comunicado que no iba a tolerar los "comportamientos ofensivos" de West, quien muy a menudo, protagonizó controversias por sus dichos antisemitas.
West se había aliado con la marca en 2015 y diseñó una gran cantidad de calzados y prendas deportivas. A pesar del éxito que tuvo, la compañía decidió dejar de producir todos sus diseños. En este sentido, declararon que las frases de West fueron "inaceptables, odiosas y peligrosas". A pesar de que Adidas sabía que iba a perder más de 300 millones de dólares, sostuvieron que era el camino correcto a seguir.