Paola Jassir tiene 23 años, nació en Venezuela y vive en la localidad bonaerense de Olavarría desde el año 2018. Su historia recorre las redes y emociona a todos aquellos que se identifican en el desarraigo y la distancia familiar. En diálogo con El Destape reveló lo que sintió al abandonar su país, como se reinventó y las sensaciones encontradas tras volver a ver a su madre después de cuatro años.
"Llegué a Argentina el 29 de marzo del 2018 con miles de metas y sueños con tan solo 19 años. El miedo que sentía en ese momento no tiene explicación, era primera vez que salía de casa y sola a un país enorme, con muchas culturas y todo totalmente diferente al mío que es Venezuela, fue un giro de 360", expresó.
Tiene tres primos viviendo en Argentina y eso ayudó para que se radique. "Uno de ellos había venido hace años a representar a Venezuela jugando fútbol y justo vino a Olavarría y dejó amistades. Luego decidió venirse definitivo", dijo. En esta misma línea contó cómo fue el momento en el cual se fue de su país natal.
"Pasó un año de estar sin ellos y les pedí ayuda para salir de allá. Ahora tengo cuatro años en este hermoso país que me abrió sus puertas como si fuera el mío", agradeció Paola, quien trabaja en la boletería de un cine y al mismo tiempo tiene un emprendimiento de estética y uñas.
La joven le pagó el viaje a su madre, admitió que "convencerla no fue tan fácil alejarla de sus raíces" y agregó: "Todo este tiempo "fue una lucha. Nunca he parado de trabajar siempre superando mis obstáculos".
El ansiado encuentro
Ninfa, su madre, llegó desde el estado de Táchira, Venezuela, hasta Ezeiza. El momento del viaje desde Olavarría hasta el aeropuerto, la espera y el abrazo interminable fue capturado a través de un video que realizó con fotos de los lugares que aprovecharon para visitar en la Ciudad de Buenos Aires.
"La llegada de mi mamá fue un sueño hecho realidad. Al momento de abrazarla sentí una paz, sentir su olor, ver su sonrisa cara a cara no tiene precio", destacó conmocionada.
Qué sintió cuando se fue de su país
Tenía 19 años y manifestó que "por momentos me sentía triste, sola, con angustia, desespero, con muchas ganas de regresar, miedo a la nueva aventura". Pese a esto, resaltó la fortaleza sostenida hasta el día de hoy, por lo que expresó: "Me sentí una persona adulta, con muchas responsabilidades aquí y de mandarles dinero a mis papás"