Aunque el fin del mundo es uno de los temas preferidos de la ciencia y de las teorías conspirativas, grandes pensadores le dedicaron buena parte de sus vidas para estudiarlo. Y Albert Einstein y J. Robert Oppenheimer fueron un paso más allá creando el reloj del fin del mundo, una herramienta que en el último tiempo arrojó un pronóstico triste que pone en estado de alerta a la comunidad científica.
Todo empezó en el año 1945, cuando Einstein y Oppenheimer crearon la publicación académica Boletín de Científicos Atómicos con el fin de alertar a los habitantes de todo el mundo acerca de las amenazas latentes que podrían acabarlo. En 1947, los científicos desafiaron a su campo creando el reloj del fin del mundo, también conocido como reloj del Apocalipsis, como una herramienta de medición de los peligros que pueden llevar a la destrucción del espacio en el que vivimos. Que este reloj haya sido creado dos años después de la Segunda Guerra Mundial fue un acto conjunto de Einstein y Oppenheimer por generar conciencia y promover una forma de vida más pacífica.
En su último informe en 2023, el reloj del fin del mundo le dio un triste pronóstico a los científicos y es que la guerra de Rusia contra Ucrania planteó "profundos interrogantes" sobre cómo interactúan los Estados, con riesgos globales. "Y lo peor de todo, las amenazas poco veladas de Rusia de utilizar armas nucleares recuerdan al mundo que la escalada del conflicto -por accidente, intención o error de cálculo- es un riesgo terrible. La posibilidad de que el conflicto se descontrole sigue siendo alta", cierra el comunicado.
En este sentido, el reloj colocó en tan solo 90 segundos del fin del mundo, un espacio de tiempo que alarma a los científicos que tratan de bregar por generar una mayor concientización, con resultados no siempre positivos. Las guerras, el calentamiento global y el desmedido avance tecnológico son los principales marcadores de alerta que se barajan en el reloj del fin del mundo como factores determinantes para determinar cuándo será el evento fatal. De todas formas, el reloj del fin del mundo no es más que una herramienta de pronóstico y no predice ningún escenario, tan solo presenta las posibilidades que pueden resultar cercanas si continuamos destruyendo el espacio en el que vivimos.
Por qué el fin del mundo se podrá ver en 2045, según los científicos
La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) anunció que en el año 2045 se verá el fin del universo en vivo. Esto será posible gracias al Colisionador Circular Futuro (FCC), una máquina que se está construyendo en Ginebra, Suiza. El FCC será tres veces más grande que el Gran Colisionador de Hadrones y permitirá a los científicos estudiar las partículas con mayor detalle y precisión. El objetivo principal del CERN es comprender las partículas más pequeñas que componen nuestro universo y las fuerzas que las gobiernan.
Con el descubrimiento del bosón de Higgs hace 12 años, una partícula crucial para entender el funcionamiento de otras partículas, el CERN busca ahora explorar los misterios cósmicos y simular el posible final del cosmos.