Es bastante común ver en las construcciones que los obreros primero preparan la mezcla y al mismo tiempo hay una persona que se encarga de pasar los ladrillos por agua. Algunos creen que es para limpiarlos y librarlos de impurezas que impiden un mayor agarre al momento de su colocación. Sin embargo, el motivo es otro y se vincula con la solidez de una pared cuando esta se encuentre terminada.
Los ladrillos son un insumo más que importante al momento de llevar a cabo una construcción. No importa si se trata de una casa o un local comercial, su presencia es clave para levantar paredes. Estos demandan un trato especial que permita su utilidad por un largo tiempo, y que no sea necesario intervenirlos con arreglos. Una de las claves está en el proceso de refrigeración, que consiste en pasarlos por agua antes de ser usados.
"Técnico superior en refrigeración de los materiales de la construcción (mojar ladrillos)", expresó Taateeti, como figura su usuario en X (ex Twitter). Si bien se trata de un chiste, es un paso más que importante en cualquier obra. Algo que se encuentra vinculado con el agarre que tendrá el objeto cuando entre contacto con la mezcla de cemento que se usará para unir a cada uno de los bloques.
La explicación de profesionales apunta a un efecto esponja que tienen los objetos. "Cuando los ladrillos están húmedos no requieren de absorber humedad de la mezcla, lo cual hace que la unión sea bastante buena. Si no quieres que aparezcan fisuras por todos lados en poco tiempo humedece los ladrillos", explicaron desde el Blog Ingeniería.
Otro de los secretos que se desprende es que los ladrillos al colocarse secos van a contar una temperatura distinta a la de la mezcla. Esa diferencia en los niveles de humedad puede provocar que la sustancia no sujete con firmeza la estructura que se pretende montar. El paso del tiempo mostrará que se tratará de una pared débil y con riesgo de caerse.
Refacciones y arreglo del hogar: cuáles se deben priorizar
Los expertos elaboraron una guía que las personas deben considerar al momento de realizar intervenciones dentro de su hogar. Estas se encuentran ordenadas de mayor a menor en el orden de prioridades. Desatender la primera provocará que la estructura principal corra determinados riesgos que con el paso del tiempo se transformarán en irreparables.
- Refacciones estructurales: son aquellas intervenciones que cuentan con una prioridad absoluta porque se pone en riesgo la vida de las personas y la integridad de la vivienda.
- Refacciones funcionales: estas se encuentran vinculadas con mejorar la calidad de vida dentro del hogar, y se las suelen identificar como agregar una habitación más para un nuevo integrante de la familia o montar un quincho para celebrar reuniones.
- Refacciones estéticas: son decisiones que afectan a la visual, además del gusto estético de las personas que habitan el hogar. Acá se pueden encontrar acciones como pintar paredes, renovar los suelos y cambiar determinadas decoraciones. Por lo general se llevan a cabo para incrementar el valor monetario del inmueble y así venderlo.