Son varios los consejos que se desprenden al momento de sacar un pasaje de avión, y uno de ellos se vincula con un asiento que dispone de una particularidad que muchos ignoran. Una que demanda ciertas obligaciones por parte de las personas, además de aprenderse normas y llevarlas a cabo cuando la azafata lo requiera. Esto permite colocarlo como el peor lugar dentro de la nave.
Por lo general, hay dos ubicaciones que son consideradas por los pasajeros como las peores disponibles dentro de un avión. La primera es el asiento que se encuentra cerca de la puerta del baño. Mientras que la segunda es en un espacio en medio de tres personas. Aunque las azafatas, que conocen de gran manera a la nave, contradicen a los saberes populares y señalan que es otro el lugar que debe portar la etiqueta de ser el menos elegido.
"No elijas el asiento de la salida de emergencia sin saber esto. Las aerolíneas no quieren que estés más cómodo, quieren que ayudes en una emergencia. Si hay una urgencia, tener que cumplir con estas condiciones: ser mayor de 18 años, saber hablar español e inglés, no tener personas a cargo y tener fuerza para abrir la ventanilla", expresó Barbie Bac, como figura su canal de YouTube. Un asiento que a simple vista puede ser grande, pero lo es por un motivo especial.
Además, la azafata expuso que el equipaje de las personas debe estar colocado en el compartimento que está arriba del asiento para que el proceso de salida de emergencia no disponga de obstáculos que demore el plan de evacuación. Tampoco se encuentra permitido guardar cosas debajo de la silla y detrás de la espalada. Solo lo justo y necesario que pueda colocarse en el bolsillo de la ubicación delantera.
¿Qué pasa si me cancelan un vuelo?
Son varios los motivos por los cuales las personas pueden llegar a perder un vuelo y uno de los más comunes es que la aerolínea decida cancelarlo, ya sea porque hay malas condiciones climáticas que impiden el despegue o surgió un desperfecto que deben solucionar con urgencia en la nave. Esto provoca una serie de obligaciones hacia con los pasajeros.
Lo primero que debe suceder es que la empresa se tiene que encargar de reprogramar el vuelo y hacerlo en el horario más cercano al original. Además, el tiempo de espera tiene que ser compensado con alimentos, bebidas y hospedaje. Este último punto aplica para aquellas demoras en las que se supere la barrera de las 10 horas.
“Si el damnificado debe hospedarse en algún sitio lejos mientras espera la salida del próximo vuelo, la compañía debe hacerse cargo de los viáticos para la ida y la vuelta del aeropuerto”, expresó Matías Mute, cofundador de Promociones Aéreas en charla con La Nación.