En el último tiempo, la leyenda del pomberito comenzó a cobrar gran importancia, pero lo particular es que se encuentra asociada de una manera negativa, debido a que algunos sostienen que cruzarlo es una mala señal. Aunque la reconstrucción de su origen va por un camino bastante diferente. Uno que trae beneficios y castigos en casos muy particulares.
No está claro si es un duende o un espíritu, pero sí dispone de una gran valoración en el norte de la Argentina, y otras regiones como el sur de Brasil y Bolivia, algunas zonas de Uruguay y en Paraguay. Su nombre puede variar, pero las modificaciones que porta permiten distinguirlo y saber que alguien se encuentra hablando del pombero.
"De ahí sale el pomberito", manifestó Tobi, usuario de X (ex Twitter), al observar una foto de un camino que solo dispone de un luz mientras que el resto está inundado en una oscuridad enorme. La leyenda del pombero suele registrarse en zonas rurales, y rara vez se vincula con regiones de elevada densidad urbana. Hay una idea bastante común de asociar su avistamiento con consecuencias negativas.
Sin embargo, la descripción del pomberito expone que se trata de una entidad que ayuda a la persona de campo para que sus cosechas crezcan de manera segura sin ser afectada por plagas y dispongan de una considerable calidad. También cuida a las ovejas, gallinas, vacas, y demás animales que se encuentran dentro de un corral.
Aunque no agradecer tiene sus consecuencias negativas, ya que la leyenda sostiene que el pomberito aparecerá en el hogar de la persona y realizará una serie de travesuras que provocará enojos que van desde cerrar puertas, esconder utensilios y evitar el sueño. Este último accionar expone que se escuchará un silbido y varias voces. Se recomienda acercarle ofrendas como alimentos, líquidos y cigarrillos para mostrar que uno se encuentra agradecido con su acción. Algo que debe realizarse durante 30 noches seguidas.
¿Qué leyendas y mitos argentinos hay?
Las leyendas y los mitos que circulan en el boca a boca de los argentinos forman parte de relatos populares que pueden ir variando de provincia a provincia, pero que por lo general cuentan un desarrollo similar. El hecho de creer en su veracidad queda sujeto a las personas. Algunos ignoran las advertencias, mientras que otros toman los recaudos necesarios para evitar consecuencias negativas.
En la lista de leyendas que circulan en el territorio argentino se puede apreciar a las siguientes: la ciudad de oro de Salta conocida como Esteco, al ahorcado de Chacarita, El Crespín, El Lobisón, el Nahuelito con cierta similitud al monstruo del Lago Ness, la estación poseída de la línea A de subte, La Difunta Correa, la leyenda de la Flor del Ceibo y la leyenda de la Salamanca. Lo particular de estos relatos es que varían de gran manera, además de no contar con un origen claro, ya que este sufre modificaciones con el paso del tiempo.