Uno de los edificios más altos de China debió ser evacuado este martes después de que empezara a temblar. Aterrados, compradores, empleados y todos los que se encontraban en el rascacielos tuvieron que correr para ponerse a salvo en la ciudad de Shenzhen. Con casi 300 metros de altura, el SEG Plaza repentinamente comenzó a temblar este martes alrededor de las 2 de la tarde, provocando pánico y caos en la ciudad sureña china.
Terminado de construir en el 2000, el SEG Plaza de Shenzhen aloja un importante mercado de productos electrónicos y distintas oficinas en sus 73 pisos. Se trata de uno de los edificios más altos de China, país en el que se encuentran cinco de los rascacielos más altos del mundo. Inexplicablemente, el SEG Plaza comenzó a temblar este martes poco antes de las 2 de la tarde. Mientras los peatones presenciaban el insólito hecho, por seguridad se decidió evacuar el edificio en su totalidad.
"Tras comprobar y analizar los datos de varias estaciones de monitorización de terremotos en toda la ciudad, hoy no se ha producido ningún terremoto en Shenzhen", informó la oficina de emergencias de Shenzhen a través de un comunicado en la plataforma Weibo, una red social similar a Facebook. En el mismo mensaje, las autoridades confirmaron que la causa del temblor aún está siendo investigada. Distintos transeúntes pudieron tomar imágenes y videos del aterrador momento en que el edificio se tambaleaba y los compartieron a través de sus redes sociales.
Según datos de rascacielos del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, se trata de la 18ª torre más alta de Shenzhen, una ciudad ubicada al sur de China, en la que viven más de 12 millones de personas, donde muchos gigantes tecnológicos asentaron sus sedes centrales y que conecta a Hong Kong con el territorio continental. El rascacielos lleva el nombre del fabricante de semiconductores y productos electrónicos Shenzhen Electronics Group, que tiene sus oficinas centrales en el edificio.
Los temblores y las caídas de edificios no son algo raro en China, debido a una legislación particularmente laxa respecto a las normas de construcción. Esto sumado a una urbanización desenfrenada generan un combo peligroso, como lamentablemente sucedió en mayo pasado, cuando un hotel de cuarentena de cinco pisos en la ciudad de Quanzhou se derrumbó a causa de una construcción defectuosa, provocando la muerte de 29 personas. En ese sentido, las autoridades chinas desde el año pasado prohibieron la construcción de edificios de más de 500 metros de altura.