Enclavado en las majestuosas Sierras de Córdoba, muy cerca del límite con San Luis, se encuentra un destino que despierta la curiosidad y la adrenalina de los amantes de la aventura: Pueblo Escondido. Este rincón argentino, repleto de naturaleza extraordinaria y una historia fascinante, se presenta como un destino imperdible para aquellos que buscan experiencias únicas durante sus vacaciones.
¿Cómo llegar a Pueblo Escondido?
Pero, ¿cómo llegar a este lugar lleno de misterio y belleza? Acceder a Pueblo Escondido es, en sí mismo, un desafío que seduce a los amantes del turismo aventura. Ubicado en el Cerro Áspero, el camino para llegar está lleno de emociones y paisajes deslumbrantes. Cada opción ofrece una experiencia única para los que buscan más que un simple destino turístico.
Historia entre sierras y pueblos fantasmas
Pueblo Escondido, como su nombre sugiere, tiene una historia intrigante que se remonta al siglo pasado. Este asentamiento minero fue fundado para extraer tungsteno, un material valioso utilizado en la construcción de vehículos blindados, tanques de guerra y proyectiles para cañones. La mina estuvo en funcionamiento hasta 1969, momento en el que dejó de ser rentable y quedó abandonada junto con el pueblo y sus 400 obreros. Hoy, los visitantes pueden explorar las ruinas, visitar un museo y revivir los días de gloria de este lugar perdido en el tiempo.
El Cerro Áspero: una parada obligada
El Cerro Áspero, ubicado entre las provincias de Córdoba y San Luis, eleva la experiencia a otro nivel. Su paisaje forma parte de un conjunto de elevaciones que superan los 2.000 metros sobre el nivel del mar: lo que ofrece es simplemente espectacular. Para llegar a Pueblo Escondido, la localidad de La Cruz en Córdoba es el acceso más directo. Sin embargo, muchos aventureros optan por la ruta desde Villa de Merlo, en San Luis, disfrutando de un camino asfaltado y un trayecto de 20 kilómetros llenos de vistas impresionantes.
Aventura y naturaleza en Pueblo Escondido
A pesar de su pasado industrial, Pueblo Escondido ha encontrado una nueva vida gracias al interés de los amantes del turismo aventura. Este enclave se ha transformado en un refugio de montaña y zona de acampada. Con servicios que incluyen comedor, habitaciones privadas y compartidas, baños, y áreas de acampada, ofrece una experiencia inolvidable para aquellos que buscan desconectarse y conectarse con la naturaleza.
En este pueblo la historia se mezcla con la naturaleza y la aventura. Este destino único ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar un pueblo fantasma, revivir la época minera y sumergirse en la belleza imponente de las Sierras de Córdoba.