La playa de Buenos Aires en la que te podés encontrar restos fósiles de dinosaurios: dónde queda

Esta ciudad costera no solo ofrece hermosas playas, sino también la oportunidad de explorar el pasado a través de sus fascinantes hallazgos paleontológicos.

14 de febrero, 2024 | 15.21

Una de las ciudades balnearias predilectas en Argentina resguarda bajo la superficie tesoros milenarios de un mundo ya desaparecido, el de los dinosaurios, siendo una de las localidades paleontológicas más transcendentales a nivel mundial desde fines del siglo XIX, llamando la atención del sabio científico Florentino Ameghino. Este lugar, que con los años se convirtió en un destino típico para vacacionar en el verano, es nada menos que Miramar.

El último descubrimiento: restos fósiles en las playas de Miramar

El último hallazgo fue en junio de 2023, cuando un niño de 8 años encontró nuevos restos fósiles mientras caminaba por las playas de la ciudad: en las inmediaciones del arroyo La Ballenera, cuando divisó unos huesos incrustados en el barranco. El niño y su familia se pusieron en contacto con el personal del Laboratorio de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, dependiente de la Fundación Azara y de la Municipalidad de General Alvarado, para dar a conocer el hallazgo y verificar si se trataban de verdaderos restos fósiles.

De esta manera, se acercaron al sitio junto al personal del museo en la zona del arroyo La Ballenera, lugar bien conocido por otros hallazgos de relevancia, como la mandíbula fósil de un murciélago gigante, el Desmodus draculae, que tuvo transcendencia mundial hace poco tiempo.

El animal fosilizado: Scelidoterio

En este caso, se trataba de restos pélvicos y la cola articulada de un perezoso gigante extinto, llamado Scelidoterio (Scelidotherium leptocephalum), de unos tres metros de largo y un peso estimado en una tonelada, que vivió en Sudamérica durante el Pleistoceno, es decir, los últimos dos millones de años antes del presente, hasta hace 10 mil, momento que culmina la edad de hielo.

Scelidoterio, es la especie más pequeña de todos los perezosos gigantes que vivieron en la región pampeana durante el Cuaternario. Pero igualmente era un gigante herbívoro, armado de enormes garras, las cuales, no solo utilizaban para defenderse o acceder a su alimento, sino que eran cavadores de enormes cuevas, que las utilizaban como madrigueras para refugiarse o cuidar su descendencia.

En particular, este perezoso gigante vivió hace unos 100 mil años antes del presente, en un ambiente muy distinto al de hoy, acompañado de enormes bestias, como otros perezosos un más grandes (Megatherium), el enorme elefante sudamericano (Notiomastodon), gliptodontes (Doedicurus), tigres dientes de sable (Smilodon) y el oso de cara corta (Arctotherium), según Daniel Boh, coordinador de Museos de Miramar.

Con su combinación de playas inmensas y hallazgos paleontológicos, Miramar se convierte en un destino turístico único.

¿Qué hacer en Miramar?

Museo de Ciencias Naturales

Este museo es una parada obligada para los visitantes de la ciudad costera de Argentina. Destaca por su organización, atención al cliente y una impresionante colección de exhibiciones educativas sobre descubrimientos locales y fósiles de animales prehistóricos. Cuenta con un parque arbolado de tres hectáreas con esculturas a tamaño real de animales. Es una oportunidad única para aprender sobre paleontología, arqueología y biología marina y disfrutar de una colección fascinante en un entorno hermoso.

Los restos hallados en la playa de Miramar, se encuentran preservados en el Museo de Ciencias Naturales.

Museo de Ciencias Naturales Anibal Montes

Este museo es una atracción obligada para los amantes de la biología y la historia natural. Los visitantes elogian la gran cantidad de conocimiento proporcionado por los guías del museo, que cubren temas como aves, geografía, topografía y más. Además, el museo alberga exhibiciones de fósiles y especies actuales que ofrecen una fascinante visión de la evolución de la región.

Bosque del Vivero

Es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Con senderos extensos para explorar, fogones para asados y actividades para toda la familia, ofrece una experiencia mágica. Además, cuenta con baños públicos impecables y restaurantes. Durante el atardecer, el bosque ofrece una vista impresionante. Es un lugar seguro y tiene una rica historia sin incidentes graves.

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