Los semáforos son una de las formas más comunes y utilizadas en todo el mundo para regular el tránsito, dada la gran cantidad de automóviles que se han sumado a las calles en las últimas décadas. Por ese motivo resulta tan sorprendente que en un país de Asia no exista semáforo alguno.
El primer semáforo de la historia fue instalado por John Peake Knight en Londres, en 1968; la función de estos artefactos es regular el tránsito en pos de una buena convivencia entre automóviles y peatones. En las ciudades grandes y también en las no tan grandes, los semáforos se convirtieron en un aliado de la gente para tener una vialidad más segura.
El país de Asia que carece por completo de semáforos es Bután, una nación circundada por los países de India y China. La decisión de que no exista este artefacto ordenador del tránsito habría sido de la realeza de este país, que es apoyada y venerada por los habitantes del mismo.
Se trata de un país que tiene poco menos de 800 mil habitantes y avenidas y calles tranquilas; a pesar de esto, el tránsito de las grandes ciudades de Bután no es compatible con la ausencia de semáforos. El estilo de vida tradicional de los habitantes de este país es otra de las razones de que no se hayan incorporado semáforos a sus calles, ya que se mantiene n externos ante las nuevas costumbres del mundo.
Otro de los avances del mundo que tardaron en llegar a Bután fueron internet y los televisores: ambos se instalaron en el país asiático en 1999, como iniciativa de un rey que estudió fuera del país y trabajó para incorporar esas tecnologías en el suyo. A pesar de esta realidad, Bután es un país líder en el mundo en cuestiones relacionada al cuidado del medio ambiente.
La sustentabilidad es primordial para todos los habitantes de Bután y por ese motivo es el primer país con emisiones de carbono negativas. Algunas de las practicas que llevaron a los ciudadanos de Bután a ser precursores en esta materia fue al prohibición de bolsas de plástico en 1999, la mantención de un mínimo del 60% del territorio se espacios forestales, que en la actualidad es del 72%.
Qué es la Felicidad Nacional Bruta
La Felicidad Nacional Bruta es una medición basada en conceptos psicológicos y holísticos sobre la calidad de vida de la gente. Se trata de una idea que impulsó Jigme Singye Wangchuck, entonces rey de Bután, en 1972. La filosofía de este régimen tiene su base en la alegría y el bienestar de la gente en relación al medioambiente. Mientras que en el mundo occidental se prioriza el desarrollo económico para el bienestar social, en Bután todo se basa en las conexiones espirituales y materiales de la gente. Por este motivo es que los dirigentes y habitantes del país le dan tanta importancia al cuidado del la naturaleza y el medioambiente, fuente fundamental de la felicidad desde su filosofía.
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