El Gobierno nacional de Javier Milei se prepara uno de los golpes más brutales al bolsillo de la clase media y baja de la Argentina con la eliminación del subsidio de la llamada Red SUBE, el boleto integrado que reduce paulatinamente el costo del servicio público a partir del segundo medio de transporte utilizado por un usuario en el lapso de dos horas. La palabra del jefe de ministros del Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, sobre la dura política estatal que se hará efectiva desde septiembre.
Hasta el momento, el beneficio se aplicaba de forma automática en el momento del viaje solo para las tarjetas registradas, generando que el primer viaje se pague con tarifa plena, el segundo con un descuento del 50% y el tercero con 75% de rebaja. "Ya nos comunicaron que eso se va a eliminar. El Gobierno lo va a eliminar y eso va a tener un impacto muy grande sobre la provincia de Buenos Aires y, puntualmente, sobre el bolsillo de los bonaerenses", aseguró Bianco en conferencia de prensa. El funcionario bonaerense estimó que, en principio el impacto mensual para la Provincia, será de "5.000 millones de pesos que van a tener que sufragar los pasajeros que tomen este boleto".
"Se trata del subsidio que se da al segundo pasaje, tercero y, así sucesivamente, sobre transporte que toman las personas en un transcurso de dos horas. El primero era con tarifa plena, el segundo al 50% y a partir del tercero, del 25%", detalló Bianco. "A partir de ahora, con la eliminación del subsidio, los pasajeros van a tener que pagar el boleto pleno tanto en el segundo, como en el tercero", explicó el funcionario bonaerense. "Son montos realmente muy grandes y hoy la Provincia no tiene los recursos como para hacer frente a esos montos. Nosotros intentamos dar respuesta, intentamos compensar, pero es el gobierno Nacional el que deserta permanentemente en todas sus obligaciones y en todas sus competencias", agregó. "Veremos qué se puede hacer", señaló.
Una política que pone en estado de alerta a los intendentes peronistas y afecta a los bolsillos de la clase media y baja
El jueves pasado por la noche, intendentes de distintos distritos de la Primera sección electoral se reunieron para hacer una evaluación de cómo transitan la gestión de sus municipios y pusieron la lupa sobre la decisión del gobierno nacional de dejar de financiar, desde el 1° de septiembre, el boleto integrado de la Red SUBE en el AMBA y el impacto que tendrá sobre los habitantes de sus localidades. En el distrito de Pilar, el intendente anfitrión, Federico Achával, recibió a sus pares Mariel Fernández (Moreno), Damián Selci (Hurlingham), Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Leonardo Boto (Luján), Javier Osuna (General Las Heras), Juan Mancini (Suipacha), Juan Ustarroz (Mercedes) y Ricardo Curutchet (Marcos Paz); en el marco de uno de los encuentros que periódicamente vienen realizando estos intendentes peronistas que gobiernan distritos del norte y oeste del conurbano bonaerense, con el objetivo de hacer un repaso del rumbo económico y social de sus distritos.
En el conurbano bonaerense habitan un promedio de 10.865.182 personas, según el censo de 2022. De ese total, 6 millones se ubican en la Primera sección electoral. Para los intendentes que anoche se dieron cita en Pilar, “las consecuencias que generará el nuevo ajuste de la administración nacional con la eliminación del boleto integrado impactarán en la vida diaria de los usuarios bonaerenses y los trabajadores del transporte”. Luis Caputo, ministro de Economía, le confirmó a la Ciudad de Buenos Aires y a la provincia de Buenos Aires que, desde el 1° de septiembre, ya no girará los fondos que sostienen el sistema de subvenciones. A inicios de agosto ya había regido un nuevo aumento de boleto de transporte público.