Este domingo falleció Ricardo Daniel Carías, más conocido como la Tota Santillán, icónica figura de la movida tropical y exconductor del programa "Pasión de sábado". La noticia fue confirmada por su abogado, Juan Pablo Merlo, en la madrugada del lunes. Tenía 57 años. El cuerpo de Santillán fue hallado en su domicilio en Castelar, partido de Morón.
Según informaron, tras la preocupación de sus allegados al no recibir respuesta a sus llamadas, se acercaron al domicilio. En ese momento, lo encontraron con quemaduras que darían cuenta de un incidente con fuego que finalizó con su vida.
Un recorrido por la vida de la Tota
La Tota fue padre de cuatro hijos: Daniela (36) y Leandro (34), fruto de su matrimonio con Mónica Faleroy, con quien estuvo casado por 20 años; y Camila (9) y Mía (7), nacidas de su relación con Sol Fiasche. Además, era abuelo de seis nietos: Santino y Martina, hijos de Daniela, y Elías, Leila, Tobías y Micaela, hijos de Leandro.
La Tota Santillán comenzó su vida pública como vendedor ambulante y tarjetero en bailantas, donde rápidamente se hizo conocido por su cercanía con el público. A los 14 años, había abandonado su hogar, buscando independencia en los vibrantes escenarios bailanteros que más tarde le darían su reconocimiento.
Su carrera en televisión despegó en 1997, cuando debutó como conductor en el programa "Tropicalísima". Sin embargo, fue en 1999 cuando se consolidó como figura en la conducción de "Pasión Tropical", lo que eventualmente lo llevaría a ser el rostro principal de "Pasión de sábado", el emblemático programa de música tropical. Santillán mantuvo su rol hasta el año 2005, dejando una huella profunda en la televisión popular.
Un hito destacado en su carrera fue cuando presentó a Rodrigo Bueno, "El Potro", en el álbum en vivo A 2000. Su célebre introducción "Ro, Ro, Ro... ¡Rodrigo, carajo!" se convirtió en una frase recordada por los seguidores del cuartetero. Además de su carrera como conductor, Santillán lanzó su primer disco Los éxitos de la Tota en 2000, y a esta obra le siguieron cuatro álbumes más.
También incursionó en el teatro y participó en populares ciclos televisivos como Bailando por un sueño y Cantando por un sueño de Marcelo Tinelli. El fallecimiento de Santillán marca el final de una vida profundamente ligada a la cultura popular argentina, y deja un legado en la música tropical y en el mundo del espectáculo que será recordado por muchos.