La Justicia le reconoció a Nacha Guevara sus años como exiliada durante la última dictadura cívico militar y el Estado la compensará con 12 millones de pesos. La noticia generó un revuelo en las redes y Yanina Latorre fue una de las primeras mediáticas en disparar contra la artista: "Atrevida y ladrona".
Fue Ángel de Brito quien anunció el fallo a favor de Nacha en un informe de LAM (América TV), aunque días atrás fue A la tarde el magazine que habló de la crítica situación económica de la actriz. "Se habla de una reparación histórica por el exilio que sufrió en su momento, que ha contado un montón de veces. Hay mucha gente que está enojada y dice que no corresponde", comentó de Brito.
Por esta decisión de la Justicia, Nacha recibirá un monto que se acerca a los 12 millones de pesos. “Por el periodo comprendido entre el 3 de enero de 1976 y el 28 de octubre de 1983", precisó el colega y excompañero de jurado en ShowMatch y el Cantando. La noticia no cayó para nada bien en su círculo íntimo de "angelitas" y Yanina Latorre estalló con fuertes comentarios despectivos: "Otra caradura, atrevida y ladrona…".
Fiel a su estilo picante, la mediática pareja de Diego Latorre agregó: “Es kirchnerista". Cortándola en seco, Ángel de Brito retrucó: "Es una gran artista". Sin esconder su furia contra la intérprete de Mi ciudad, la "angelita" sentenció: “Además de todo esto, está exenta de pagar impuestos”. Corrigiendo la información errada mal entendida, la abogada Ana Rosenfeld detalló: “Ninguna indemnización paga impuestos”.
Nacha Guevara y su dura historia de exilio durante la dictadura: "Nos dieron 48 horas para dejar el país"
Años atrás, Nacha Guevara contó en La noche de Mirtha su historia de exilio en el año 1974, durante la última dictadura cívico militar, cuando tuvo que agarrar a sus tres hijos e irse a Perú de un día para el otro, luego de haber recibido una amenaza de muerte. En menos de 48 horas, Nacha tuvo que tomar todas sus cosas e irse, justo en el momento más prometedor de toda su carrera como actriz, y llegar a otro país en el que no había lugar para ella en el mundo artístico. “Nos dieron 48 horas para dejar el país. No había redes, era todo muy compartimentado. En Perú, que fue el primer lugar, era imposible hacer algo”, comenzó.
“Tené en cuenta que nosotros veníamos del Di Tella, que era súper vanguardia de América, y empatada con la vanguardia de todo el mundo. Y Perú era muy atrasado en ese momento, entonces era inconciliable que pudiéramos hacer algo. Lo que sí recuerdo es que nos pasó de todo. Llegando hubo un terremoto, el día de mi cumpleaños. No faltaba nada: era una pensión llena de cucarachas, mugrienta, salimos con 350 dólares y 3 hijos y nos quedaban ya 178, porque habíamos pagado la pensión, y viene el terremoto. Ya era el colmo. Y yo, sentada arriba de la cama, tuve como un delirio y dije: ‘Esto no me va a vencer. Yo voy a llegar a Broadway’”, prosiguió Guevara.
“Imaginate, sentada ahí. Siguieron hablando, como quien no escuchó semejante disparate. Pero el poder de los sueños, yo no sé qué es, hay milagros en la vida, hizo que seis años más tarde yo llegara a Broadway. Por el camino más raro que se podía imaginar. Después fui a México, después a España y después a Estados Unidos. Es una historia dura, pero de un aprendizaje extraordinario. No la cambiaría por nada. Uno saca recursos que no sabía que tenía”, reflexionó.
“Disculpen la ignorancia. Cuando te tenés que ir del país, en una situación así, ¿te lo sugieren?”, preguntó Martín Bossi, que también estaba sentado en la mesa. “No, no te lo sugieren. En ese momento, mandaban comunicados a la prensa y decían que tales y tales, Héctor Alterio, Guarany, Brisky, Brandoni y yo, nos teníamos que ir en 48 horas del país”, le respondió Nacha. “Fuimos los primeros amenazados de la cultura. Después yo volví al año y me pusieron una bomba, o sea que sino, te mataban. Por pensar distinto, por ser rebeldes, por manifestarlo y no tener miedo. No sé si éramos inconscientes o qué, pero no teníamos miedo”, cerró.