Vicky Xipolitakis viajó a Miami, Estados Unidos, para vacunarse y de paso tomarse unas vacaciones. En medio de su estadía, fue a un shopping y tuvo problemas al momento de pagar sus compras. Acto seguido, armó un lío y empezó a los gritos exigiendo que le dejaran realizar el pago.
En medio de la polémica con su exmarido y padre de su hijo, Javier Naselli, y una orden de desalojo de su departamento porque no podía pagar el alquiler, Xipolitakis protagonizó un nuevo escándalo. Esta vez, desde Miami y en frente de todas las personas que estaban en aquel local de Forever 21.
“La cuestión es que Vicky se metió en un local, hace la compra, de 200 dólares, pone la tarjeta y se la rebotaron. Vuelven a poner la tarjeta y la emplada le dice: ‘Señorita, tiene que pagar en efectivo o devolver la mercadería’. Y en ese momento se desencadena una serie de hechos bochornosos porque Vicky dice: ‘Pará, pará. ¿Vos sabés quién soy yo?’”, contaron en el programa Nosotros a la mañana.
“Le dice: Yo soy Vicky Xipolitakis, soy modelo, actriz, soy famosa argentina’. Que si, que no, la cuestión es que tuvo que poner los 200 verdes. La tarjeta salía rechazada porque decían que estaba excedida del monto”, detallaron. “Todo el mundo en el local decía ‘¿Quién es esta mina? Hizo un desplante cual diva de la televisión pero la realidad es que acá no la conoce nadie”, contó Rodrigo Lussich en Intrusos.
“Estaba Vicky con un short de jean y un body negro con una malla amarilla abajo. Chancletas y gorra negra. Se encontraba en Forever 21. Capaz Javier Naselli le cortó las tarjetas. Pero le dijo a la chica que revise la conexión porque pensaba que estaba mal el aparato”, opinó Lussich.
¿Qué pasó con Vicky Xipolitakis y su exmarido, Javier Naselli?
Vicky y Javier son padres de Salvador Uriel, de 2 años. Ambos vivían juntos en un lujoso departamento de Recoleta, en donde se dividían los gastos por la mitad. Cuando se separaron, la modelo ya no pudo cumplir más con su parte y, después de meses de deudas, el dueño le envió una órden de desalojo. Se dice que ella no habría estado dispuesta a bajar su status e irse a vivir a otro lado y, en su defensa, denunció que Naselli no le pagaba la cuota alimentaria.
Finalmente, fueron a juicio y Xipolitakis consiguió que la cuota alimentaria ascendiera a los 100 mil pesos, que incluyen la mitad de lo que le corresponde pagar de alquiler. Después, ella le recamó algo más. “Ella quiere que Javier le pague los taxis o el transporte privado para llevar al chiquito al jardín, pero Naselli dijo directamente ‘que se tome transporte público’. Esos cien mil pesos son por la mitad del alquiler y para el cuidado del chico, no estaba incluido el transporte”, contó Carlos Monti en Nosotros a la mañana.