La tercera temporada de MasterChef Celebrity está cada vez más cerca de estrenarse y recientemente se conoció uno de los nombres de las figuras que participarán del reality show. Se trata del músico Joaquín Levinton, líder de la banda Turf, quien se expresó sobre su intervención en el ciclo de Telefe.
“Me fui a tomar clases a Masterchef en Martínez. Voy a competir en Masterchef, es muy divertido. Va a estar muy bueno. Hoy fui por primera vez a una clase de cocina y fue un disparate total”, confesó Levinton en un reportaje con Malas Lenguas de la Radio Monk, en referencia a las pocas habilidades que tiene frente a la cocina.
“No sé cocinar muy bien, es muy básico lo mio. Te van dando pautas más o menos, te tiran unos tips para cocinar carne, pollo lo básico de cada plato. De carne de vaca, pollo, pescado, pasta y lo más difícil de todo -que yo no tengo ideas- es pastelería”, continuó el músico y reveló algunas dinámicas que se ejercen en MasterChef Celebrity detrás de cámara.
Levinton se expresó sobre cómo se prepara para mostrar una faceta diferente al público y señaló: “Estoy fascinado porque siempre me pareció divertido hacer cosas disparatadas en mi vida, es la historia de mi vida. Esto es lo más chiflado que se me podría haber pasado por la cabeza”. Y agregó: “No veía el programa y ahora que voy a participar lo empecé a chusmear. Es muy divertido, es más chiflado de lo que yo pensé. Juanse la rompió porque además de ser amoroso es un excelente cocinero”.
Imperdible anécdota de Joaquín Levinton con Turf
Joaquín Levinton se sinceró en una entrevista con Jey Mammón sobre el día que, con su banda, fue telonero de los Rolling Stones. “Fue entre algo muy lindo y muy peligroso a la vez. Porque el día anterior a que nosotros toquemos, de telonera tocaba Meredith Brooks, y el público en esa época era terrible, tiraban adoquines, botellas, de todo”, lanzó y siguió: “El día que tocó Meredith le tiraron un botellazo de vidrio y cayó tendida la pobre mujer, se volvió a su país en un avión ambulancia bajo la promesa de no volver. Me llama Daniel Grinbank -productor del evento- que nunca te llama, y me dice ‘corrés peligro de muerte en el concierto”.
“Me dijo que me daba la libertad de si quería tocar igual o que me ponía en otro concierto para un futuro porque nos podían matar. La mujer no se murió de pedo, y yo le dije ‘no, ya fue. Que me maten’, no queríamos nada que no fueran los Rolling Stones”, cerró.