El actor y humorista Diego Reinhold confesó que en su niñez tuvo una traumática experiencia que casi termina con su vida. Según su relato, el artista había abierto la heladera con los pies descalzos y, como era de esperarse, su cuerpo entró en contacto con la electricidad, por lo que estuvo unos segundos electrocutado, hasta que su padre llegó para salvarlo.
“Fue como el Chavo, total. Mi papá me salvó. Fue el día mi cumpleaños y yo había ido a buscar torta. Cumplía 11 y sí, el piso estaba mojado y yo estaba descalzo. Estábamos en la pileta”, comentó el actor sobre cómo fue el momento en que se electrocutó y continuó: “Era una de esas heladeras viejas. Además imaginate que yo tenía cero info de todo eso, iba a escuela católica, así que cero”.
A pesar de la gracia con la que relató la situación que atravesó, luego Reinhold hizo referencia a cuán traumático fue el momento que vivió en su infancia. “Pero en un momento tomé conciencia de que me iba a morir. Dije: ‘Listo, me muero’, lo sentí en el cuerpo. Y ahí me fui, no estaba más acá, me fui a otro plano y en ese lado vi todo. Me mostraron todo lo que viví. Fue como ver toda mi vida en un solo instante, pero no como una película, de principio a fin; sino todo lo que viví en un mismo instante”, expresó, en el ciclo A la tarde, y concluyó: “Me terminó salvando mi papá que me agarró, me despegó y salimos disparados los dos”.
Difícil experiencia con Flavio Mendoza
Más tarde, en la sección Verdadero o Falso del programa conducido por Karina Mazzocco en América TV, Reinhold se refirió a cómo fue su paso por Stravaganza, una obra teatral de Flavio Mendoza que fue un éxito a nivel taquilla. “No fue fácil porque Flavio en aquel momento estaba muy estresado yo creo. No era fácil manejarlo”, lanzó Diego y Flor de la V, panelista de A la tarde, agregó: “Pasa que fue el debut. Vos pensá que él estrenó Stravaganza que fue uno de los sucesos más grandes que existieron y existirán en la Argentina. 160 mil espectadores en una temporada, algo impensado”.
“Lo más difícil de manejar fue cuando el productor fue a los programas de televisión a contar cuánto ganaba yo y a decir que era un ladrón. No lo pude manejar, no supe y me bajé”, relató y remató: “Y ahí, cuando renuncié, me di cuenta que tenía un contrato firmado donde todo lo que yo había creado quedaba para ellos. Lo había firmado sin mirar. Así que estuve ocho meses en cama, porque perdí mi obra”.