Los espectadores de Los Mammones se vieron sorprendidos el martes 20 de abril por la noche cuando una de las integrantes del programa, Silvina Escudero, abandonó en vivo el estudio a causa de un problema de salud.
Todo marchaba de manera normal, como cualquiera de sus programas, hasta que de repente Silvina Escudero abandonó el estudio. Fue pasadas las 23:50, mientras Laura Esquivel cantaba La Tortura con Jey Mammón en el piano. Hasta allí, se veía a la panelista bailando al lado de su silla al ritmo del tema de Shakira. Incluso, cuando terminaron, se sentó de vuelta, lista para escuchar la próxima canción.
Sin embargo, cuando la ex protagonista de Patito Feo se dispuso a cantar el nuevo tema y se abrió el plano del estudio la silla de Silvina Escudero ya estaba vacía, mientras que Gabriel Schultz -también panelista del programa- permanecía en su lugar.
El conductor despidió a la actriz y recibió a la segunda invitada de la noche: Nazarena Vélez, quien se sentó en el sillón para brindar una entrevista. “¿Está todo bien? Está raro el estudio, un poco tenso”, preguntó la productora apenas ingresó al aire.
Entonces, el conductor, que hasta ese momento no había hecho ninguna mención al respecto, indicó: “A Silvi le bajó un poco la presión. Yo estaba con Laura tocando La bella y la bestia, y a mí lo único que me preocupaba es que estuviera bien”. Durante la canción, se notó al humorista con cara de preocupación y mirando lo que sucedía detrás de cámara.
Minutos después, durante un ping pong de preguntas y respuestas a Nazarena Vélez, Jey Mammón volvió a hablar de la salud de su panelista y quiso llevar tranquilidad a sus seres queridos. “Che, quiero hacer esta aclaración. Incluso, está en mi cabeza todo el tiempo, lo que pasa es que me hacen señas”, indicó el conductor y continuó: “Silvina está bien, está en el camarín. Le bajó la presión, está perfecta. Digo porque puede estar mirando la familia. Tranquilos, está todo bien”.
Luego agregó que el productor del programa le informó que la familia de Silvina Escudero ya estaba al tanto y que no había de qué preocuparse. Y Los Mammones siguió con su rutina pautada.
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