Silvina Escudero le paró el carro a Yanina Latorre, tras un comentario que la panelista lanzó en relación a su maternidad. La bailarina se había referido a su enojo con su hermana Vanina por haberse ido a vivir a Uruguay y alejarla de sus sobrinos, con quienes tiene una estrecha relación, cuando la esposa de Diego Latorre le indicó que en el momento en que tenga hijos va a entender.
“A mí hermana la sigo amando. La voy a amar siempre, pase lo que pase, pero amo más a mis sobrinos”, expresó la ganadora del Bailando por un sueño 2009. “¡Ay, qué pesada debe ser como tía! Cuando tengas hijos se te va a pasar”, le respondió Latorre, a lo que Escudero reaccionó: “¿Por qué cuando tenga hijos? Y si no tengo hijos. ¿Si uno no quiere tener hijos?”.
“Yo te diría que mi obligación es decirte que llames al psicólogo, te la estás agarrando con el panel”, continuó Latorre, cuando de Brito la cortó y dijo: “Pará, Silvina, es interesante. Capaz que no querés ser madre”. “No, lo digo porque es una frase que repiten mucho y no sé…”, agregó la bailarina.
“No lo dije desde la mala onda, pero ella está a la defensiva. No sé para qué invitamos a Silvina Escudero”, cerró Latorre y demostró una vez más poca predisposición a ceder en las discusiones.
El enojo de Silvina Escudero con su hermana Vanina
En PH Podemos Hablar, Silvina Escudero se refirió al día en que dejó de seguir a su hermana en Instagram por unas horas y expresó: “Fue un día de unfollow, ¿nadie tuvo un día de unfollow? Por favor, chicos... ¿Vine acá a qué me juzguen? No me calenté. Me parece que es parte del proceso del duelo de que se haya ido mi hermana con su familia a otro país. Me dolió que se vaya. Y eso habla del amor y la unión que siempre hemos tenido como familia, con mis sobrinos también”.
“Fue muy difícil para toda la familia, para ellos también irse, para mis viejos, para todos. Fue un cambio de dinámica de toda la familia y ya desde el año pasado que no nos vemos, pasó mucho tiempo”, continuó y cerró: “Creo que parte del duelo en un momento también es enojo, es angustia, momento de aceptación, desapego. Y la volví a seguir justamente porque salió en todos lados. Todos los días ponía ‘acá feliz en Uruguay’. El corazón se me iba desgarrando. Nunca me peleé, nunca hubo una discusión, la dejé de seguir por mi salud. En ese momento estaba triste y al toque la volví a seguir de nuevo”.