La tira de Adrián Suar, La 1-5/18, no deja de recibir críticas desde su estreno por la manera en que retrata la realidad de los barrios de emergencia. Recientemente, vecinos de esos lugares arremetieron contra la novela e hicieron saber que su vida no es como la plasman. A pesar de esto, desde la producción de la ficción, aseguran que hicieron todo lo posible por crear una atmósfera que refleja la situación de esas personas.
“Lo único que me representa de la novela son las imágenes del barrio que se tomaron. Es una espectacularización y está dirigida a la gente que no vive en barrios populares, que debe pensar: ‘Ah mirá cómo hablan o mirá lo que pasa’”, expresó Marcela Arce, una vecina del Barrio Mujica, en diálogo con La Nación.
“Yo creo que lo que se ve en la serie no representa lo que pasa verdaderamente en el barrio. Las problemáticas de los barrios son totalmente diferentes, creo que ellos hacen la novela para un público determinado que no entiende o no sabe lo que pasa dentro de un barrio y aquellos que escriben la novela lo ven desde otra mirada, no la que uno tiene al estar adentro”, opinó Alejandro González, quien vive en Ciudad Oculta.
González continuó sobre la estereotipación que se haría en la tira de Suar: “Ellos te muestran a una maestra, un cura, una persona que está en un comedor o uno que tiene un problema, es lo que pasa siempre. Pero dentro del barrio todos se ayudan entre todos y salen de esa manera, no tenés la ayuda del Estado, del gobierno de turno, uno la tiene que salir a pelear”. Y cerró: “Hacen una tira, pero te la genera una persona que vive en medio de Puerto Madero o en Barrio Parque que no tiene idea de lo que es la villa, lo que es el hambre o de lo que se trata verdaderamente vivir acá”.
Esteban Lamothe sobre las críticas a La 1-5/18
Ante los comentarios detractores que recibió La 1-5/18, el protagonista Esteban Lamothe habló al respecto: “Debemos ser más de 100 personas trabajando en La 1-5/18. Para mí fue revelador haber ido a la villa para hablar con los padres que laburan en los barrios. El trabajo real de los padres en las villas es impresionante”.
“Al comienzo me dolían las agresiones desde cuentas anónimas. Luego, entendí que no podía hablar con personas así. Si yo dudara que actuó mal me podría interpelar más. Pero voy a actuar y estoy tranquilo con lo que hago”, cerró, en diálogo con El Destape Radio.