La periodista Pía Shaw reveló algunas de las cláusulas más polémicas del contrato que habrían firmado Luciana Salazar y Martín Redrado en 2016. El mismo estipularía cuotas mensuales en dólares, encuentros programados, alquileres de vivienda, fidelidades y notas con la prensa, entre muchos otros puntos.
Desde hace varios años se rumorea en el mundo del espectáculo que entre Luciana Salazar y Martín Redrado hay un acuerdo económico. Sin confirmación por parte de ninguno de los implicados, no había certezas hasta que este miércoles en Los Ángeles de la Mañana Pía Shaw reveló que le habían llegado pruebas y decidió mostrarlas en el ciclo del que es parte a diario. De esta forma, la periodista develó algunos detalles del acuerdo que habría sido firmado por ambas partes el 20 de diciembre del 2016, con el patrocinio de Ana Rosenfeld.
"Un pago de 3500 dólares en concepto de vivienda más impuestos correspondientes, sin incluir servicio doméstico. La mensualidad comenzará 3 meses antes del nacimiento de Matilda hasta los 18 años", comenzó leyendo Pía Shaw. Pero fue el texto subsiguiente lo que generó polémica entre los integrantes de Los Ángeles de la Mañana: "Este evento se suspenderá cuando Luciana esté conviviendo con otra pareja. En este caso, se procederá solamente al pago del arancel de colegio de primer nivel, a elección de Luciana".
"Luciana y Martín se comprometen a continuar su relación de pareja en forma privada por lo menos hasta el nacimiento. Luego de este evento será opción de los firmantes continuar o no en forma pública o privada con la relación", continuó leyendo Pía Shaw. Además, el contrato también estipula: "El contrato ya firmado por cinco años con cuotas mensuales y consecutivas de unos 10.000 comienza a regir desde el día en que se notifique a AR (Ana Rosenfeld) la terminación de la relación privada".
El acuerdo sigue explicando que "hasta ese momento", Redrado deberá pagar 140.000 pesos por mes "supeditado a la inflación". Por otra parte, la expareja convino en "dos viajes de vacaciones juntos" mientras que Salazar podría acompañar al economista en los viajes laborales que ella decidiera. Otro punto que generó polémica fue que los firmantes debían prometerse fidelidad pública y privada, y en caso de ser vinculados a una tercera persona debían desmentir esa relación de forma pública.
Según el acuerdo leído en Los Ángeles de la Mañana, Martín Redrado tampoco podría brindar entrevistas a revistas o programas de espectáculos, salvo que Salazar estuviera de acuerdo. Por último, el contrato estipulaba qué sucedería en caso de que alguna de las partes lo incumpliera: "en caso de incumplimiento de Luciana, las obligaciones de Martín van a cesar en forma inmediata. En caso de incumplimiento de Martín, Luciana podrá hacer público la relación privada entre ambos y el cumplimiento del resto del acuerdo".