Una vez más, el programa Podemos Hablar, por Telefe, dio lugar para la emoción en vivo y en directo, en esta oportunidad protagonizada por Sabrina Rojas. La modelo de 40 años lagrimeó en el piso al recordar a su fallecido padre, que sufrió una enfermedad terminal: "Me hubiera gustado decirle ´te amo´ a mi papá".
En la sección denominada El ritual del fuego, propuesta por el conductor Andy Kusnetzoff, la mendocina reveló: “No tengo a mi papá. Me quedaron cosas para decirle. Me hubiese gustado decirle ‘te amo’ muchas más veces y cuánto lo admiré, pero aprovecho que sí tengo a mi mamá. A la Coca le quiero decir que estoy orgullosa de que sea mi mamá”.
Sabrina Rojas reconoció en PH que “todos deben pensar lo mismo, pero para mí es la mejor" y directamente le habló a ella ante las cámaras, muy conmovida: "Amo cómo nos criaste, cómo luchás por nosotros todo el tiempo, y también quiero aprovechar para decirles a mis hermanos que los amo mucho”.
La actriz detalló que “no nos vemos seguido y a mi mamá hace un año que no la veo porque con esto del coronavirus no pude ir a Mendoza" y completó: "Ella tiene 80 años y hay que cuidarla mucho. Ahora, cuando se pudo viajar, estábamos trabajando. Así que Coca, te amo. Sos lo más lindo de este mundo”.
La relación entre Sabrina Rojas y Luciano Castro
Los actores empezaron con la pareja en 2010 y tuvieron dos hijos: Esperanza y Fausto. Si bien a fines de 2018 se distanciaron y estuvieron separados durante algunos meses tras el casamiento, el cariño entre ambos volvió a triunfar y se reconciliaron felizmente. De hecho, ella misma aseguró en PH que su colega era un romance que parecía imposible cuando era pequeña.
"Tuve un montón de amores platónicos, fui cambiando a medida que fui creciendo. Con uno lo concreté, hoy es mi marido", dijo Rojas y sorprendió a todos. En ese momento, recordó cómo se conocieron: "Cuando él estaba en Jugate Conmigo yo soñaba con él. Lo fui a ver al teatro, en la última fila al lado de la consola, yo venía de Mendoza. Lo vi así chiquitito, él con su pelo, y era un amor súper platónico. Después la vida lo hizo realidad".
"Tenía la fotito en la carpeta y qué se yo, pero después de grande nunca más... Cuando la vida nos reencontró dije 'mirá el de Jugate qué bien que maduró'". Y profundizó: "Lo esperé en la puerta y tengo una foto cuando subía a la camioneta, a Luciano se le ve el pelo. Nunca imaginé, jamás, siendo esa nena de 14 años, que el que estaba ahí iba a ser el papá de mis hijos. Porque tampoco es que después le seguí el rastro. Fue ese amor de niña", agregó honestamente.
Y, aún reflexiva, cerró: "Para mí es el hilo rojo, estábamos destinados. Nos encontramos en el momento justo, ni antes ni después. Porque me lo había cruzado una vez, pero nada... Tenía que suceder cuando sucedió".