Rocío Marengo lanzó un comentario para llevar paz a su pelea con Virginia Gallardo, después de meses de enemistad, pero la bailarina no tomó esas palabras como era esperado. En su descargo, la pareja de Eduardo Fort hizo alusión a sus sentimientos hacia la panelista de Intrusos, pero no recibió la respuesta que pensaba.
“Yo siempre quise dejar en claro que siempre tuve buena onda con ella y la voy a seguir teniendo, de mi parte está todo bien”, expresó Marengo ante una pregunta sobre su relación con la ex de Ricardo Fort. Por su parte, Gallardo no dudó en mantenerse firme en su postura y emitió: “De la mía no, sos mala mina, mala mina. Me alegro que vayan a hacer el homenaje de Ricardo en La Academia, lo hace Muriega, pero sería lo más lógico que lo haga ella”.
De esa manera, la panelista dejó en claro una vez más que la animosidad con Marengo continúa intacta, después de haberse peleado por el rol de cada una en la familia Fort y la ausencia de Gallardo en la serie biográfica del empresario chocolatero que involucra a sus hijos.
La furia de Rocío Marengo con su pareja, Eduardo Fort
“Capaz no entienden. Hace ocho años que estoy en pareja y estoy colapsada de estar remando en dulce de leche tratando de salvar una relación. No es capaz de acompañarme, se hace el que me apoya y estoy harta. Re podrida”, expresó Rocío Marengo en Showmatch hace algunas semanas, ante la ausencia de su pareja en el piso para acompañarla en su trabajo.
“Ocho años bancándome a la ex que me salió a putear en todos lados a tratarme de prostituta. No es capaz de venir a bancarme... ¿Qué le da, vergüenza? Me mintió: me dijo que hasta que no tuviera la vacuna no iba a venir. Se fue a Estados Unidos un mes, a rascarse las pelotas, a ponerse la vacuna y no es capaz de venir”, cerró la modelo.
A los pocos días llevó claridad al asunto y dejó en claro que se encuentra unida a su pareja por muchos motivos: “Como pareja tenemos proyectos desde el día uno y obviamente la relación fue tomando forma porque no es lo mismo al principio que hoy. Imaginate que al principio no iba a hablar de casamiento si todavía él no se había divorciado, ¿cómo iba a pensar en hijos si todavía no conocía a sus hijos?”.