El programa Perdidos en la Tribu se estrenó un 23 de abril de 2012 y su última emisión fue el 30 de julio de ese mismo año. El increíble certamen, que ponía a prueba la vida de las familias en la ciudad con las tribus de África y Asia, dejó recuerdos en la memoria de la gente y un exparticipante contó su experiencia.
Alan Moreno, quien junto a su familia fue una de las tres seleccionadas después de más de seis etapas de casting, ingresó con 17 años en la emisión transmitida en 2012. A través de su cuenta de Twitter, escribió un hilo donde relató cómo fue transitar esa experiencia.
"Llegamos a Ezeiza sin saber el destino. Valijas en mano, casi listos para subir al avión, me tocó elegir entre 3 sobres que contenían al azar 3 países: 'Etiopía'. Conviviríamos un mes con una tribu de África", comenzó la introducción de la serie de tuits que tiene más de treinta mil likes.
La familia viajó más de treinta horas en varios medios de transporte: avión, avioneta, camioneta y barco hasta llegar a la tribu "Hamer". "Para que se den una idea, su localización no existe en ningún mapa. Nos recibió Bali, el jefe de la tribu y todos los miembros cantando y saltando con locura. Piel de gallina", expresó.
El primer día ya no empezó bien porque su hermana Nicole se desmayó y además, los hombres debían dormir afuera de las chozas y las mujeres adentro para "cuidarlas", según contó. "No pudimos dejar de abrazarnos en toda la noche. El frío era insoportable, penetrante. No teníamos frazada alguna y ni hablar de colchón o almohada ¿Ir a hacer pis? Mejor pensarlo dos veces", recordó.
Se dieron ocho vacunas antes de viajar y todas las mañana iba un médico a visitarlos para controlar la presión y les daba una pastilla para la malaria. "Nos lavábamos los dientes con lo poco de agua que juntábamos por día ¿Bañarse? No había chance. Usábamos el agua para tomar porque era muy muy poca. Siempre digo que fue el único momento de mi vida donde realmente sentí hambre, sed y suciedad", continuó.
El docu-reality fue conducido por Mariano Peluffo y arrasó con el rating. Cada familia debía durar treinta días y si lograban hacerlo, el premio era de 300 mil pesos. En este caso, los Moreno fueron los ganadores.
Los momentos más peligrosos
Debieron enfrentar varias actividades y cada vez se ponían más difíciles. "Me castigaron por perder tres cabras y me obligaron a recolectar miel de un panal de un árbol altísimo. ¿Protección? Suerte… Usaban el humo para “espantar” a las abejas. Tuve que treparlo como pude y bajar el panal", explicó.
Por otro lado se llevó adelante "el" día haciendo el ritual del "salto al toro", y detalló: "Es el evento del año. Los hombres adolescentes deben saltar desnudos sobre el lomo de 30 toros agolpados, pasando de un lado al otro varias veces. Con ello consiguen el paso a la adultez. Teníamos 17 años, debíamos hacerlo".
Esta actividad fue de las más peligrosas de la experiencia y dijo que la producción del programa les había advertido con anticipación que tengan mucho cuidado. "Antes, las mujeres familiares del adolescente son azotadas. Era un ritual muy peligroso. Llegamos y la pequeña tribu que conocíamos se transformó en miles y miles de ellos. Los hombres se desesperaban por azotar".
En ese marco, siguió: "Fue uno de los momentos más peligrosos de toda la experiencia. Agarraban del brazo a mis dos hermanas, entendían que si estaban ahí era para ser azotadas. Las salvó el jefe de la tribu, Bali, quien avisó que éramos sus “protegidos'".
El idioma
Aprendieron algunas palabras básicas como comer, dormir y tomar, entre otras. "Al principio todo fue señas, después terminamos entendiéndonos como familia", dijo al respecto.
La despedida
"Llegó el momento de la despedida. Nos regalaron una pulsera de bronce típica de ellos (al día de hoy la llevamos puesta). Nos abrazamos ahora entre todos. Éramos una familia. Llorábamos sabiendo que quizás no los volveríamos a ver nunca más. Era un hasta siempre", subrayó el relato pese a todas las complicaciones que padecieron.
"Tocaba la vuelta. El reencuentro con toda esa gente y ese mundo que habíamos dejado por un mes. La comida y el baño. Llevábamos 30 días sobreviviendo. Empezaba una etapa que desconocíamos. El programa, la tele, la readaptación", resaltó.
Las otras familias que participaron de Perdidos en la Tribu
Además de los Moreno, también participaron del programa la familia Villoslada y Funes, quienes tuvieron que ir a Namibia e Indonesia respectivamente.
Perdidos en la Ciudad
El certamen tuvo la otra cara: fue la tribu quien tuvo que sobrevivir un mes en territorio argentino. Lo particular de esta edición fue que no tuvo ni ganadores ni perdedores, simplemente se pretendía mostrar cómo se adaptan al modo de vida occidental.