Palito Ortega pasó por Los Mammones y además de hablar sobre su carrera y el tour de despedida que iniciará pronto, reveló cómo fue el reencuentro con su madre, quien lo abandonó cuando era chico. "Fue un encuentro difícil pero entendí que era la vida", le contó el histórico cantante a Jey Mammón, con quien interpretaron algunos de las clásicas composiciones de Palito, que con el correr del tiempo se convirtieron en temas ineludibles del cancionero popular argentino.
Palito Ortega está a punto de iniciar un "tour despedida" que comenzará en diciembre en el Luna Park y con el que saludará y agradecerá a la gente que lo siguió y lo convirtió en uno de los artistas argentinos más reconocidos del país en los últimos 50 años. Para hablar sobre eso y muchos temas más, el cantante pasó por Los Mammones (América TV) y recordó el reencuentro con su madre, quien lo abandonó cuando era solo un niño.
"Me entró una gran curiosidad porque habían pasado años. Quería ver cómo estaba, pero tenía también esa cosa que te puede agarrar, como…¿Qué hago?", comenzó contando Palito Ortega cuando Jey Mammón le preguntó por la carta que recibió de su madre tras mucho tiempo. El legendario cantante agregó cómo fue ese reencuentro después de que ella lo abandonara siendo chico: "No sabía bien cómo actuar, había pasado mucho tiempo. Finalmente nos encontramos, fue un encuentro difícil pero entendí que era la vida, se dio así".
"Yo ya había empezado a trabajar, le compré un departamento muy lindo, quería que esté cerca, en Capital Federal porque estaba en Berazategui", sumó Palito. Esa decisión que tomó el cantante significó un acercamiento grande con su madre, ya que empezaron a verse más seguido y a hablar regularmente. "Las conversaciones son interesantes porque ponen en blanco y negro muchas cosas. Ella tenía muchos argumentos siempre, me contaba cosas que yo sabía más o menos, por dónde iba todo", explicó el artista.
El padre de Palito Ortega
Pero así como su madre los abandonó cuando él era solo un niño, Palito Ortega realzó la figura de su padre, quien debió hacerse cargo de seis hijos. "Éramos cinco hermanos. Cinco varones y una chiquita. Mi viejo se hizo cargo de todo, para mí era Dios y no me alcanzaban las manos para ayudarlo. Le dije: ‘Papá, haceme un cajón de lustrar’, ahí me iba a la puerta de un club y cantaba para que tenga más clientes. Después, esas monedas se las ponía en las manos a él", recordó Palito.