En la noche del jueves, en La 1-5/18 se conoció un momento que dejó atónitos a los televidentes: Bruno y Gina, personajes interpretados por Gonzalo Heredia y Ángela Leiva, se fundieron en un apasionado beso que dio mucho que hablar en las redes sociales. "¿No eran hermanos?", se preguntaron la mayoría de los usuarios, evidenciando un malestar por lo que se encontraban observando en la pantalla de El Trece.
Lo cierto es que Gonzalo Heredia fue quien explicó la situación, aseguró que su personaje y el de Ángela Leiva no son hermanos y luego los televidentes comprendieron cuál es el verdadero vínculo que une a Bruno con Gina. "¡No somos hermanos!", exclamó el actor, en uno de los tuits que sembró la duda durante las últimas horas del jueves.
Por qué Ángela Leiva y Gonzalo Heredia no son hermanos en La 1-5/18
En esta ficción, Bruno fue criado por su madre, lejos de su padre biológico que es Don Luis (Patricio Contreras). Luego, este hombre rehizo su vida con otra mujer, que a su vez tiene una hija llamada Gina (Ángela Leiva). De este modo, no hay un vínculo de sangre entre ella y el personaje de Gonzalo Heredia.
Se terminó la paciencia para La 1-5/18: "No tienen idea"
La tira de Adrián Suar, La 1-5/18, no deja de recibir críticas desde su estreno por la manera en que retrata la realidad de los barrios de emergencia. Recientemente, vecinos de esos lugares arremetieron contra la novela e hicieron saber que su vida no es como la plasman. A pesar de esto, desde la producción de la ficción, aseguran que hicieron todo lo posible por crear una atmósfera que refleja la situación de esas personas.
“Lo único que me representa de la novela son las imágenes del barrio que se tomaron. Es una espectacularización y está dirigida a la gente que no vive en barrios populares, que debe pensar: ‘Ah mirá cómo hablan o mirá lo que pasa’”, expresó Marcela Arce, una vecina del Barrio Mujica, en diálogo con La Nación.
“Yo creo que lo que se ve en la serie no representa lo que pasa verdaderamente en el barrio. Las problemáticas de los barrios son totalmente diferentes, creo que ellos hacen la novela para un público determinado que no entiende o no sabe lo que pasa dentro de un barrio y aquellos que escriben la novela lo ven desde otra mirada, no la que uno tiene al estar adentro”, opinó Alejandro González, quien vive en Ciudad Oculta.