Miguel Ángel Cherutti se presentó por segunda vez en el Cantando 2020 y, a diferencia de su debut, en donde lo más destacado de su participación tuvo que ver con el anuncio de su separación de Fabiola Alonso, en esta oportunidad brilló por su performance junto a su compañera de equipo, su hija Bianca. El artista y su joven colega hicieron un homenaje a María Martha Serra Lima y a Estela Raval con el que emocionaron a todo el jurado.
Una vez finalizada la interpretación, Laurita Fernández notó que Antonella, la hija mayor de Cherutti, que se encontraba a un costado de la pista, estaba al borde de las lágrimas. “Estoy muy feliz, papá, te amo con toda mi alma. Y a vos, Bianca, también. Yo estudié cine y me dedico a la producción, estoy ayudando a papá, que me dio la oportunidad de trabajar con él. Amo la música y cantar y los acompaño en el sentimiento porque son mi familia, mi sangre y los amo”.
Antonella explicó que su emoción también se debe a la “necesidad”, según sus propias palabras, que tenía su padre de estar en un escenario nuevamente, después de tanto tiempo de estar parado por la pandemia. En ese sentido, Cherutti acotó: “Siempre trabajé. Son casi 40 años de profesión que uno está cumpliendo y, obviamente, uno necesita estar siempre presente en el escenario, tener un smoking, un traje, un micrófono. Me hacía mucha falta. Esto que estamos haciendo (en referencia a sus shows por streaming) es porque esta modalidad, lo ha dicho la mayoría de los productores, se adapta a estos nuevos tiempos”.
Al momento de la devolución, primero fue el turno de Nacha Guevara, quien destacó que Bianca está “mucho más plantada” en la pista, en comparación con su primera actuación. Pero luego se tomó unos instantes para hacer referencia a una anécdota que tiene como protagonista a María Martha Serra Lima, quien murió el 2 de noviembre de 2017 a los 72 años, a causa de un cáncer de páncreas.
“Estábamos en un Festival de la Vendimia en Mendoza. Ella ya estaba muy enferma, en silla de ruedas. Estuvo todo el día en silla de ruedas. Y cuando le tocó salir, pasó delante mío en la silla de ruedas y yo le tomé la mano para darle fuerzas. Y cuando vi que se levantaba… Uy...”, tuvo que hacer una pausa en su relato porque la emoción le impedía continuar.
“Esa fuerza que no sabemos de dónde sacamos. Caminó un largo trecho hasta llegar a su posición y cantó. Nunca me lo olvidé porque eso es lo que hacen los artistas”, aseguró.
Cherutti, quien conoció bien a Serra Lima por su trabajo como productor de sus shows, señaló: “Cuando trabajaba conmigo me acuerdo que estaba en una banqueta, se sentaba ahí 10 o 15 minutos antes del show. Para levantarse sufría mucho de sus huesos. Pero cuando salía a cantar, cuando salía al ruedo, no se le notaba absolutamente nada. Era maravilloso verla cantar”.
“Son los pequeños milagros de cuando uno sale de la oscuridad a la luz del escenario. Nos pasa a todos en algún momento”, concluyó Nacha.