Mirtha Legrand sorprendió a todos en el comienzo de La noche de Mirtha del sábado al derribar un mito más que extendido tanto en la televisión como en el teatro. "Le hacen mala fama", aseguró la diva en medio de risas y antes de presentar a los invitados que la acompañarían en la mesaza.
Muy feliz con su regreso a la televisión tras una ausencia de dos años y medio por la pandemia, Mirtha Legrand condujo en la noche del sábado una nueva emisión de sus clásicas mesazas. Fiel a su estilo y al de su productora en el último tiempo, la diva volvió a sentarse en una mesa particularmente opositora con las visitas de Elisa Carrió, el periodista Hugo Alconada Mon, las conductoras María Belén Ludueña y Teté Coustarot y Carlos Páez Vilaró, sobreviviente de la "Tragedia de Los Andes".
Pero antes de recibir a sus invitados, Mirtha protagonizó un divertido momento al derribar un mito muy extendido en el mundo del espectáculo en general, con fuerte presencia tanto en el teatro como en la televisión. Ocurrió cuando la diva contó que su vestuario era responsabilidad de su histórico diseñador: "Les voy a mostrar este vestido que es divino. Es un vestido de tul amarillo con cristales de Claudio Cosano, que está por aquí".
Fuera de libreto, el diseñador se acercó a Mirtha para darle un beso y le dijo que era una "reina". Tras asegurar que su vestido era "divino", la diva sorprendió al derribar un mito muy popular: "Dicen que el amarillo en televisión, no va. Va perfecto". "Son habladurías, le hacen mala fama al amarillo", cerró contundente Legrand antes de iniciar formalmente la nueva edición de La noche de Mirtha.
De dónde viene el mito de que el amarillo da mala suerte
Desde hace muchos años se instaló en el ámbito artístico que no se deben usar prendas amarillas ya que da mala suerte. Esta superstición surgió en 1673 con la muerte del actor y dramaturgo francés Molière. Supuestamente, el galo estaba vestido de ese color cuando falleció sobre el escenario a causa de un ataque de tos y convulsiones, a solo unos pocos días de estrenar su última obra, la comedia "El enfermo imaginario". Cabe destacar que el color varía según el país, ya que mientras en Argentina y España el mismo es amarillo, en Francia es el verde y en Inglaterra el azul, por ejemplo.