Piñón Fijo quedó envuelto en una seria polémica familiar luego de que su hija Sol lo acusara por "maltratos y humillaciones" en un duro comunicado. Tras el pedido de disculpas público del payaso, el periodista Luis Ventura aportó más información sobre el caso, con una arista hasta el momento inexplorada sobre la vida de Fabián Gómez, el hombre detrás del maquillaje.
En su rol de panelista en A la tarde (América TV), Ventura habló de la situación fiscal de Piñón Fijo y cómo eso habría quebrado la relación con sus hijos: “Acá hay otra explicación que tiene que ver con el dinero. El dinero que manejaba Piñón. Ustedes saben que su éxito y desarrollo mediático obedece a Adrián Suar, porque Toto, su hijo, era fanático de Piñón, y eso lo fortificó”.
“Además ustedes se acuerdan que hace años que Piñón tuvo problema con el AFIP, parece ser que a partir de ahí, los hijos se enteraron lo que su padre realmente cobraba y a ellos, aparentemente, les repartía un dinero bastante ajustado. Por eso consideraron que era una injusticia”, arremetió Ventura.
La confesión de Piñón Fijo tras las acusaciones: "Me avergüenzo"
Tras el escándalo, Piñón Fijo dejó de lado su personaje y se mostró en redes sociales como Fabián Gómez. "Me avergüenzo", confesó en un largo audio de disculpas. “Fueron días difíciles estos últimos, no solo por mí sino por los que amo, quiero y que pagan las consecuencias por mis acciones. Como bien me dijeron muchas personas, en todas las familias hay discusiones, desencuentros, búsquedas, reencuentros, y nosotros no somos la excepción, en la nuestra también pasan esas cosas. Yo debo reconocer que soy enfático a la hora de defender mis posturas. Cuando estoy convencido de algo no ahorro energías a la hora de pelear por lo que creo justo, y muchas veces objetivamente quizás no siempre lo sea”, arrancó Piñón.
Sobre la foto que desató la interna en su familia, indicó: “Hace unos días, antes de dormir, mi teléfono me recordó una foto y me tomó con las defensas bajas. El cerebro ordenó, mi dedo obedeció y mi corazón hizo también lo suyo. Como dije hace poco en una nota, si pudiera rebobinar la escena y no realizarla, lo haría. Sé que es difícil de creer, pero nunca pensé que este posteo tomara tanta dimensión y que generara tanto dolor en mis hijos particularmente. Me arrepiento y pido disculpas por eso. También tendré que aprender que muchas veces lo que uno lee como enfático del otro lado se recibe como maltrato o humillación. Y si del otro lado hay un ser amado, es mucho más grave”.