Una vez más, Jorge Lanata fue humillado por La Voz Argentina. El conductor de PPT Box (Periodismo Para Todos) cosechó un flojo número de rating en la jornada del pasado domingo 3 de julio, por lo que se encendieron las alarmas en El Trece.
El comienzo del programa del periodista ultramacrista fue positivo, teniendo en cuenta que 100 argentinos dicen le dejó un piso de 7.2 puntos. El ciclo de política tuvo una introducción centrada en la renuncia de Martín Guzmán a su cargo como ministro de Economía de la Nación y la confirmación de que Silvina Batakis es su reemplazo.
Por unos minutos, Lanata logró subir el rating a 7.9 puntos, aunque Pasapalabra (Telefe) ensanchó sus mediciones de 9 a 11.2 justo cuando comenzó el programa ultraopositor. Sin embargo, y a partir de la aparición de La Voz Argentina en el canal de las tres pelotitas, el rating del presentador bajó abruptamente.
Junto a Nicolás Wiñazki, Nelson Castro, Marcelo Bonelli y otros periodistas, el conductor apostó por seguir cuestionando las políticas del Gobierno Nacional a pura descalificación e insultos. Dicha estrategia no le dio demasiados resultados, teniendo en cuenta que en el rating descendió a 7.1 puntos y La Voz Argentina lo duplicó: hizo 14.3 en Telefe.
El drama personal de Jorge Lanata con su padre
En el marco del Día del Padre, Jorge Lanata relató parte de su historia de vida en la pantalla de El Trece. El periodista abrió su corazón y reconoció la complicada relación que ha tenido con su papá a lo largo de su vida, aunque contó que pudo entenderlo cuando fue grande
"Señores tengo una mala noticia para darles: los padres se mueren. Muchos podrán festejar su día con ellos hoy; muchos podrán -si ya paso el tiempo- reconciliarse con la tristeza y recordarlos con una sonrisa. Los padres se mueren. Ustedes ya saben que Shakespeare vive en cada familia: en ningún sitio hay tanto amor y tanto odio, tanta frustración y tanto cariño", comenzó su descargo el conductor de Periodismo Para Todos. Y agregó: "Mi abuela, Doña Carmen, era analfabeta, pero había aprendido mucho de la vida. Cuando yo pasaba un límite decía: 'Dejalo, es chico, cuando sea grande va a entender'. Cuando somos grandes, entendemos".
Lanata recordó la poca comunicación que había cuando era chico entre padres e hijos. "Mi mamá estaba enferma, no podía hablar, pero con mi viejo salí a comer una sola vez. Comimos en una pizzería abajo del viaducto Sarandí. En aquella época solo los novios se decían 'te quiero'. Y nadie hablaba con los padres", relató el periodista. Y cerró: "Mi viejo hizo lo que pudo. Se que la respuesta es mediocre, pero quizá en la vida todo el mundo hace lo que puede y solo algunos superan los límites que tienen. Lo fui entendiendo, cada vez más, hasta que el tiempo se le acabó una tarde, en un hospital del Parque Centenario".