Silvina Luna murió a sus 43 años después de haber estado 70 días internada en el Hospital Italiano, donde acudió por los problemas que aparecieron en su organismo después de ser intervenida quirúrgicamente por Aníbal Lotocki. La actriz habló dos semanas antes de ser hospitalizada con Ángel de Brito y el equipo de LAM en América TV y contó cómo vivía su calvario de salud.
Luna comenzó en 2010 su tratamiento con Lotocki y años más tarde comenzó a sufrir afecciones que serían consecuencia de esa intervención. Silvina tuvo una intoxicación por metacrilato que derivó en un estado crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal con el que convivió durante años y por lo que debió someterse a diálisis.
"Estoy atravesando un momento crítico, un proceso bastante profundo donde intento estar bien, pero son muchas cosas las que me están pasando y las transito como puedo. hay días que digo 'no puedo más'. Tengo mucha fe, visualizo que voy a ser trasplantada y quiero trasplantarme para recuperar mi vida. Sé que me voy a recuperar, pero mi vida no va a ser la misma de antes", soltó la actriz que quedó segunda en la edición de Gran Hermano que ganó Roberto Parra, poco tiempo antes de la internación de la que no volvería a su casa. Al mismo tiempo, habló de sus sueños y expresó su deseo de armar una familia: "Desde hace mucho tiempo quiero formarla, es uno de los deseos que tengo. Sueño que cuando me trasplanten pueda tener un bebé o adoptar un niño para devolver todo el amor que me dan a mí. Quiero agradecer a cada persona que me encuentra por la calle y me da palabras de aliento".
Cómo vivía Silvina Luna su frágil estado de salud
Luna se abocó al mundo de la espiritualidad en sus últimos años de vida y eso le dio muchas herramientas para poder convivir con sus graves problemas de salud y a la vez poder ser feliz. "Hay momentos de aceptación y hay momentos en los que me despierto y digo ‘estoy viviendo una pesadilla’. Pero estoy acá firme de pie y siempre fui una persona de seguir adelante. Ahora siento lo mismo, aunque a veces tenga recaídas de ponerme mal. Pero son más los momentos buenos que busco en el día a día, que son chiquitos, pero busco alegría. Compartir con la gente que quiero me hace muy bien", relató Silvina.