La tercera emisión de Quién es la Máscara no logró las mediciones alcanzadas en su debut, por lo que Adrián Suar vive momentos de relajación tras días en los que la diferencia entre el rating de Telefe y El Trece era muy notoria. El ciclo de Natalia Oreiro igualmente pudo superar los números marcados por el ciclo de Marcelo Tinelli, Canta Conmigo Ahora.
Quién es la Máscara comenzó con 11.3 mientras que Canta Conmigo Ahora marcaba 9.1. El correr del tiempo no hizo más que complicar al ciclo del conductor oriundo de Bolívar, ya que alrededor de las 22.50 el programa de El Trece logró 8.3 puntos y el de Telefe, 11.2.
Después de las 23 la brecha se pronunció aún más y, a las 23.03, el programa cuyo jurado está conformado por Lizy Tagliani, Karina "La Princesita", Wanda Nara y Roberto Moldavsky subió a 11.7 puntos, mientras que Canta Conmigo Ahora descendió a 8.1.
Quién es la máscara logró picos de 19 puntos en su primera emisión, por lo que hubo una notoria baja en su audiencia. La expectativa del público por conocer al ganador de La Voz Argentina, cuya final se emitió antes del estreno de La Máscara, hizo que las mediciones del primer programa de Oreiro tuviera un buen promedio.
Natalia Oreiro sobre su presente laboral y personal
La actriz y cantante dialogó con Infobae sobre el momento que atraviesa en lo profesional, tras el estreno de la serie Santa Evita y su apuesta televisiva, y reveló: "Estoy reflexionando bastante acerca de mis elecciones, tratando de vivir un poco más despacio. Volví a hacer terapia y hablo mucho de eso. ¿Esto lo hago porque me hace feliz? ¿O porque es una inercia que me hace ir?".
"Debo reconocer que es un proceso que ya venía de antes y que la pandemia quizás profundizó. Pero también lo que me viene sucediendo, que también la pandemia colaboró con eso, es que empecé a diversificarme mucho", agregó la personalidad de televisión. Y cerró: "A los que nos costaron las cosas porque nos faltó algo, cuando lo tenemos nos cuesta decir que no. Además, también nos damos cuenta de la finitud de la vida. De querer hacer muchos personajes porque siento se me escapa el tiempo. Cuando uno crece es más consciente de eso, y se da cuenta que hay que parar".