Vero Lozano regresó a Cortá por Lozano (Telefe) tras el grave accidente en Aspen por el que tuvo que ser intervenida en las dos piernas. Conmovida por el recibimiento de sus compañeros, la conductora reveló una extraña experiencia paranormal que vivió con el abuelo del médico que la operó. "Se puso a llorar", sentenció.
"Estoy muy emocionada, estoy re contenta, muy emocionada, me hacen muy feliz, tenía re nervios como un debut (...) Me monté de señorita otra vez porque venía con unos looks muy rancios. Aproveché y me hicieron los pies, la nena...", comentó Vero Lozano con humor, en su celebrada vuelta al ciclo histórico que tiene en las tardes de Telefe.
Luego de ponerle un poco de humor a su presente, Verónica contó una extraña experiencia paranormal que vivió con el abuelo del médico que le operó las dos piernas: "A la noche, dormidita, tengo un sueño, y sueño con un señor muy grande. Que me dice, decile a mi nieto que yo estoy muy orgulloso de él. Y entre sueños estaba mi mamá y mis seres queridos que no están más. Fue como más consciente. Fue re lindo".
Y agregó: "A la mañana siguiente viene el doctor para ver cómo estaba yo. Yo sabía que el doctor era de Pakistán y que había tenido una infancia difícil. Le pregunté si tenía un abuelo. Y me dice que a su abuelo lo había conocido dos veces en su vida pero que era muy importante para él. ´Es el papá de mi mamá´, me dijo. Y yo le dije: ´dice su abuelo que está muy orgulloso de usted´. Él se puso a llorar. Me dijo que era muy fuerte lo que le contaba porque era una persona muy importante y una inspiración para él".
El terror de Verónica Lozano durante el accidente en aerosilla
“Es una silla séxtuple (para seis personas) donde íbamos tres personas: mi instructora, Analía Franchín y yo. Ni bien uno pone la cola en la silla, los bastones se traban pero falló, entonces en ese momento aviso a quien estaba a cargo para que paren la silla, la gente empieza a gritar y nunca se detuvo. Fue una secuencia de terror horrible. Nunca me llegó a bajar la barra. Cuando voy a sentarme, levanto el culito para saltar el bastón, pero estaba trabado y quedé colgada. La aerosilla empieza a avanzar y yo quedo agarrada de uno de los fierros de la silla con la mano derecha y del otro lado de agarraba Analía Franchín, y la instructora me agarraba del casco”, contó Verónica, quebrada.
"Sentía que me estaba por morir realmente. Veía y escuchaba todo. Anita gritaba y la instrutora me decía ‘aguanta’. La gente gritaba. La virgen me protegió. Sentí que estaba en manos de Dios. Gracias a Dios, tengo perseverancia y entrenamiento sino no sé qué hubiera pasado”, cerró, llorando.