Javier Calamaro rompió el silencio y se refirió a su recordada visita al programa de Mirtha Legrand, donde incomodó a la diva con una actitud demasiado relajada para lo que la conductora estaba acostumbrada. En su descargo, el cantante reveló cómo se sintió en aquel momento y causó risas en los presentes.
“El último almuerzo fue buenísimo. Yo la pasé genial, Mirtha la pasó como el orto, pobre. Ella la pasó pésimo. Veníamos de grabar Concierto Extremo, y durante dos semanas grabamos tres episodios entre Misiones y Corrientes”, comenzó su descargo el hermano de Andrés Calamaro, en diálogo con Jey Mammón en Los Mammones.
“Después de dos semanas tenía un hambre… Me pusieron al lado a Flavio Mendoza, que es un divino total, y me cedió su tira de asado porque yo le decía que venía de dos semanas en la selva. Yo le tengo un respeto faraónico a la señora Mirtha, pero cuando uno se quiere cagar de risa en lugar de ponerse tenso, porque la señora es muy imponente, aparte hay muchas cámaras, muchas luces…”, continuó su descargo el músico, en alusión a sus sentimientos ante la presencia de la diva de los almuerzos frente suyo.
Calamaro cerró su discurso y reveló detalles de aquel momento: “Fue un mecanismo de ‘no vine acá a embolarme’. Fui a disfrutar, me tomé dos copas de vino, me comí mi tira de asado y la de Flavio e hice un chiste”.
La extraña experiencia de Javier Calamaro al conocer a Charly García
En la misma entrevista, Javier Calamaro hizo alusión al momento en que conoció a Charly García y relató: “Fue una experiencia bizarrísima. Me tocaron el timbre de mi casa y me dijeron: ‘El señor Charly García le manda una limusina.Yo ahí dije ‘Bueno, vamos’. Bajo, me subo a la limo y le dije ‘¿A dónde me estas llevando flaco?’ Y estaba atrás de un escenario, salgo y había 270 mil personas. Así fue”.
“Hemos vivido tantas cosas que ninguna podríamos contar en televisión y mucho menos en vivo. Son un montón de noches de música, de bohemia, de besos, música y abrazos. Así de espontánea es la vida con esta gente maravillosa”, siguió y cerró: “Me fui a Parque Patricios (en donde se encuentra el estudio) y grabé con un Charly gordito, adorable. Estuve cinco horas abrazado a él. No sé cómo hice para tocar la guitarra porque esta mano la tuve abrazada todo el tiempo”.