Diego Topa dio a conocer la conexión espiritual que tiene con Romina Yan y aseguró que en varias situaciones de su vida la actriz de alguna manera aparece. El actor era amigo de su colega y, trece años después de su muerte, pueden sentir la presencia de la joven en su cotidianeidad.
"Siempre por algo Romina aparece. Esto lo he hablado con Cris Morena y Gustavo Yankelevich y voy a contar algo que nunca conté y que pasó hace muy poquito", comenzó su descargo el conductor de programas infantiles. El artista diálogo con El Chino Leunis, El Pollo Álvarez y el equipo de Poco Correctos en El Trece.
"En el Día de la Madre, yo venía de la casa de mi mamá después de saludarla, y no sé por qué en las redes estábamos viendo una historia y me aparece un mensaje de Franco, el hijo de Romina", continuó su relato Topa. Y sumó: "Hablamos de un montón de cosas y estuvimos charlando como cuarenta minutos, de anécdotas de cuando él era chiquito, cuando yo iba a la casa, cuando grabábamos el programa".
Diego Topa sintió que Romina tuvo algo que ver con que la charla con Franco se diera en el Día de la Madre. "De verdad lo sentí, los dos lo sentimos. Y es fuerte eso de poder percibirlo. Se me pone la piel de gallina cuando lo digo. Son cosas que pasan", cerró. Al mismo tiempo, contó otra anécdota que evidenció se conexión con Yan: "El otro día también. Fui a cenar y estábamos hablando del programa que hacía con Romina y aparece una de sus mejores amigas en el restaurante, ¿te das cuenta? Es loco".
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"Recuerdo perfecto el momento en el que me lo dijeron, a los tres, porque estábamos los tres sentados, fue después del colegio. Ese día no nos fue a buscar ella al colegio, nos buscó nuestra vecina de enfrente, que justo sus hijos también iban al mismo colegio", comentó el artista en diálogo con Telefe Noticias. Y agregó: "Llegamos y estaba toda mi familia en casa, todos. Y dije ‘qué raro’. Nos sientan en el sillón.... y ahí mi papá nos dice ‘bueno chicos, ustedes saben que…'.... No le salían las palabras. Y ahí nos dijo ni siquiera ‘falleció’, fue como mucho más duro: ‘Mamá murió’. Ese momento fue triste, pero yo no la despedí, porque ella no se fue. Más allá de que, por ahí, en ese momento sí se sintió que la perdimos, no la perdimos, para nada, ella está".
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"Empecé a escribir como una bestia. Es lo único que a mí me levanta cuando me estoy cayendo. Yo escribo mucho y me encanta escribir canciones. Lejos de cerrarme, las capas creativas se me abrieron todas... con un dolor enorme", comentó Morena en La Peña de Morfi. Y cerró: "En Berlín tuve una epifanía. Tenía la sensación de que todo cambiaba y empezaba a entender el ‘para qué'. Es que el ‘por qué’ no te dice nada y no tiene una respuesta, en cambio el ‘para qué’ tiene muchas respuestas y las vas conociendo a lo largo del tiempo".
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