La drástica decisión que tomó Virginia de Gran Hermano sobre El Manzana: "Para siempre"

La famosa participante de Gran Hermano tomó una drástica decisión con respecto a su vínculo con el reconocido cantante y se volvió viral.

27 de junio, 2024 | 17.27

Virginia Demo quedó eliminada de Gran Hermano en una gala muy intensa y generó mucha sorpresa, ya que era una de las principales candidatas a llegar a la final. Y aunque si bien vivió muchos momentos de tensión dentro de la casa, especialmente debido a peleas y cuestiones de presupuesto para la comida, también se llevó muy buenos vínculos, como la relación que conformó con Federico "El Manzana". Por este motivo, tomó una importante decisión con respecto al cantante.

Luego de varios meses de convivencia, la humorista y el famoso cantante empezaron a acercarse poco a poco hasta llegar a consolidar una amistad muy fuerte. Hasta el momento que les tocó despedirse, ambos pasaron los días juntos y se consolidaron como una de las amistades más genuinas de la casa. Ahora, que los dos están fuera de competencia, Demo decidió homenajear a su amigo con un gesto muy especial.

Resulta que unas semanas después de haber salido, Virginia decidió hacerse un tatuaje en honor a su paso por la casa. Entonces, según mostró, se tatuó el ojo de Gran Hermano, unas botas, en honor a su icónico outfit, y una manzana en honor a su amistad bautizada como "Virzana".

"Ahora lo llevo para siempre en la piel. Yo ya tenía pensado tatuarme el ojito, pero me pareció que esto iba bien", confesó. Asimismo, también confirmó su cariño por Florencia Regidor, también excompañera de la casa y con quien vive en este momento y aseguró: "Ahora quizá me falta sumarle una florcita".

Una ex Gran Hermano reveló el desgarrador trabajo que tuvo: "Fue la desesperación"

Una exparticipante de Gran Hermano (Telefe) dio a conocer el calvario que vivió en secreto durante su adolescencia y juventud, mucho antes de entrar a la casa más famosa del país y hacerse famosa.  Año a año, el exitoso reality show, que se realiza en diferentes países del mundo desde el 2000, le abre sus puertas a diferentes personas con diversas historias de vida. En las últimas horas, una reconocida exparticipante confesó lo que nadie sabía sobre su pasado.

Se trata de Viviana Colmenero, la ganadora de Gran Hermano 2003. Durante su paso por el programa Ángel Responde (Bondi), Ángel de Brito le hizo varias preguntas sobre su vida privada. En medio de la charla íntima, Viviana abrió su corazón y le contó a su público cuál fue el trabajo que se vio obligada a tomar cuando era más chica y las necesidades económicas en su familia eran muy grandes.

"Yo fui al casting y me preguntaron cosas de mi vida. Conté que vivía con mi mamá, con mis cuatro hermanos y con mi hijo Leonel. Tenía a mi hermano Gustavo, que ahora va a cumplir 51 años, enfermo de HIV, y a mi mamá, que era ludópata y estaba depresiva", comenzó diciendo Viviana, para contextualizar a los oyentes sobre aquel duro momento de su vida.

Luego, explicó que su madre tenía "un negocio de antigüedades en San Telmo", mientras que su padre "era gallego y tuvo una pizzería". "Pero cuando yo tenía 20 años se fue a España y no lo vi por 28 años. Nosotros vivíamos en Buenos Aires, pero por momentos íbamos a Mar del Plata y vivíamos a una cuadra del casino. Entonces un día vivíamos como reyes y al otro día como mendigos", siguió.

"Yo me vi en un panorama catastrófico. Quería hacer lo que hacían las otras nenas, pero no podía porque iba a la playa con mis hermanitos y tenía que ir a buscar a mi mamá al casino. Fui virgen hasta los 19, tuve mi primer novio, después al papá de mi hijo, y me encontré con un nene, mis cuatro hermanos y mi mamá en una situación desastrosa", sumó Colmenero.

En este sentido, explicó que trabajaba como promotora, hasta que un día, una compañera le pidió que la acompañara a un boliche. "Fui sin saber y dije ‘¿qué es esto?’ Era como una taberna griega donde había personas bailando y tomando. Fue la desesperación de llegar a mi casa con soluciones", reflexionó.

En tanto, detalló que sus primeras veces allí "era tan inocente que, cuando alguien me invitaba a tomar algo, le decía que no tenía experiencia". "Hay tanto morbo ahí que les gustaba más, entonces me regalaban dinero por tomar algo nada más. Y siempre trataba que todo me fuera lo más leve posible", agregó.

"De hecho, lo logré en un montón de oportunidades. No sé si tengo mucho argumento o si trato de entender lo que necesita esa persona más allá de la relación sexual que lograba envolverlos para que no me tocaran. Con el tiempo aprendés una técnica que es como muy profesional. Es como un trámite, pero el secreto está en no hacerle sentir eso a la persona", cerró Viviana