Tamara Pettinato, conductora e hija de Roberto Pettinato, fue a PH, Podemos Hablar, el programa conducido por Andy Kusnetzoff, y contó cómo fue su infancia en España, cuando apenas tenían para comer, y más tarde en Córdoba, en donde vivieron en una carpa y en un racho sin luz ni agua. De un día para el otro, su papá pasó de limpiar un parque de diversiones, tocar el saxo en el subte y vender mermelada casera a ser tan famoso que ni siquiera podía salir a la calle.
Tamara creció rodeada del rock nacional, entre los camarines de Cemento y pasando noches de gira junto a Sumo. En un momento de crisis, decidieron irse a Europa a probar suerte. “Mi padre es lo menos convencional. Yo de chiquita le pedía a Dios tener un padre convencional que estuviese en casa, en pantuflas, que nos preguntara cómo nos fue en el colegio. Sucedió otra cosa, nos llevaba a recitales de Sumo; nos criamos en los camarines de Cemento”, comenzó Tamara. “No es que era un padre ausente, pero no era convencional”.
“Mi infancia fue una con Sumo y después, cuando se muere Luca Prodan, nos vamos a vivir a España. Fue todo muy caótico. Nos fuimos a España a morirnos de hambre, porque papá tocaba el saxo en el subte allá, limpiaba un parque de diversiones. El sueño de ‘nos vamos a Europa y ganamos un montón de plata’ no pasó’”, agregó.
La infancia de Tamara Pettinato en Córdoba
“En España nos visitaba una asistente social para ver si realmente éramos pobres y si comíamos. Los vecinos nos ayudaban mucho, a mamá le regalaban cangrejos vivos y ella los tenía que hervir para que los comamos. Estuvimos dos años y después nos fuimos a vivir por un año a una comunidad hippie, en un rancho sin luz, sin agua, techo de paja, al lado del río”, continuó la hija de Pettinato.
“Vivimos un año en carpa y después evolucionamos al rancho, nos bañábamos con la palangana. Mamá estaba chocha porque le encanta eso’”, detalló Tamara. En un momento, su papá Roberto tomó la decisión de que toda la familia volviera a Buenos Aires. Una vez que llegaron, trabajó haciendo mermelada casera y, más adelante, consiguió trabajo en la televisión y ahí "explotó todo".
“Ahí entra a Canal 7 y la pega. Tuve un papá que se hizo famoso de un día para el otro a niveles que, en los 90, no podía caminar por la calle. Para mí era muy raro también eso, porque de pronto teníamos plata, vamos a Disney… veníamos de comer lo que nos daban los vecinos y de vivir en una carpa”, cerró Tamara.