Leonor Benedetto, actriz de cine, teatro y televisión, contó en PH, Podemos hablar cómo fue su experiencia con la fama, una época de su vida en la que sufría tremendamente, a pesar de que todo el mundo asumía que ella era feliz. Además, contó cómo fue el proceso de adopción de su tercer hijo y el menor de todos, Marco Benedetto, quien hoy en día tiene 36 años.
“Con este marido, el único marido legal que tuve, tuvimos dos hijos. En ese pico enloquecedor de fama, que yo no sabía qué hacer, estaba completamente convencida de que pasaban otras cosas en la vida, no vivir como una idiota, con un gordo que me protegiera. Y fui a trabajar como voluntaria en Casa Cuna”, relató Leonor, en referencia al hospital pediátrico Pedro de Elizalde.
“Tuve que hablar con el director para establecer un límite. Y le dije: ‘Si un día yo llego a ver un fotógrafo acá, yo me voy’”, recordó. “Un día, apareció un enanito de dos años, que había sido abandonado allí. Eso fue amor. Yo tengo esa experiencia. Eso le pasó esencialmente a él. Muy poco tiempo después le dije: ‘Me tengo que ir’. Me abrazó, a la altura de mis rodillas, llorando, y me dijo: ‘Llevame con vos’”.
“Y yo me fui de ahí con el convencimiento de que tenía que hacer algo con ese pedido. Que no era una cosa banal, no me podía hacer la tonta. Esto fue un domingo. Al día siguiente, el lunes, me presenté ante un juez. Y le dije: ‘No me mande a la cola de adopción, porque yo no estoy buscando un niño para adoptar. Yo tengo hijos biológicos, no cumplo ninguno de los requisitos que ustedes piden. Soy actriz, o sea, no tengo un sueldo fijo. En este momento, estoy sola, tengo hijos biológicos, estoy divorciada. Todo mal, pero ocurre esto’”, prosiguió Benedetto.
“Fue todo muy rápido, muy fácil. Yo a ese hombre le estaré agradecida de por vida. Fue cuando decidí irme a España, me volví a presentar con él y me firmó que podía sacar al chico del país. Era un momento difícil, porque ya sabemos lo que ocurrió con los niños robados y apropiados”, finalizó.
La dura experiencia de Leonor Benedetto con la fama
A pesar de que desde afuera parecía que llevaba una vida perfecta, Leonor Benedetto confesó que solía ser muy infeliz por culpa de la fama. “Probablemente, en lo que los demás consideraban que era maravilloso, yo lo estaba pasando muy mal. Era muy infeliz, y con la certeza de que eso era lo que yo no quería para mí y sin poder hablarlo con nadie, porque supuestamente eso que yo estaba teniendo era el deseo de la mayoría de las personas”.
“La fama es una impostura que te pone en una prueba moral, prácticamente. Es una trampa. Si crees en algo que está por arriba de nosotros, llamalo Dios, el destino, el cosmos, el movimiento del universo… ‘Te mando todo esto. A ver, ¿qué hacés con eso?’ y yo decía: ‘Esto no lo quiero, quiero otra cosa’”, explicó la estrella, y contó que tuvo que vivir con custodia personal por seguridad.
“Viví un año con guardaespaldas. Es lo peor que he pasado en mi vida, no quiero que vigilen quién entra y sale de mi casa, qué tengo que dar cuentas, a dónde voy…”, continuó. Cuando le preguntaron por qué tenía guardaespaldas ella contó: “Porque los chicos se me tiraban encima. Tenía casi 40 años, un poco menos, después de hacer temporada en Mar del Plata con Rosa de lejos”, dijo Leonor, en referencia a la obra de teatro que hacía en aquel momento.
“Fue un infierno. Meterte en el auto y que la gente moviera el auto. Me costó salir de ahí, probablemente alguien con otra estructura hubiera podido. Yo directamente hice el bolso con los tres chicos y me fui”. Así, abandonó el país y se fue a vivir a España durante un tiempo. Sin embargo, dijo que tampoco logró encontrar la paz ahí.